La culpa lo tienen los comercios. Esa parece ser la visión de algunos empresarios
de la industria textil, en tiempos en el que el Gobierno parece tenerlos en la mira, para explicar
el fuerte incremento de precios de la ropa durante septiembre pasado.
Es que el cambio de temporada vino con todo. Durante septiembre, en relación al mes de
agosto,
el valor de la indumentaria creció un 5,7 por ciento. En lo que va del año, el alza suma un
11,6 por ciento, más que el promedio del nivel general de inflación en todo el año (7,1
por ciento).
Por eso, tras el acuerdo de precios que el Gobierno firmó ayer con los supermercadistas,
algunos empresarios comenzaron a atajarse al asegurar que
mantienen "un alto nivel de responsabilidad" para establecer los precios de sus productos.
Pero además, advirtieron que el valor de la indumentaria al consumidor "se está desbocando en la
etapa final" de comercialización.
Los empresarios rechazaron las advertencias del Gobierno respecto de una apertura de la
importación ante el aumento de los precios y enfatizaron que el sector de telas e hilados "no puede
influir" en el precio final.
Eduardo Bohm, presidente de Guilford Argentina SA; Hernán Huerta, socio gerente del Grupo
Neuquén Textil; Javier Estebecorena, socio gerente de Hermanos Estebecorena y Marcelo Meloni,
director de Italcolore SA, formularon estos planteos en el debate sobre "Inversiones" que se
realizó en el marco de la convención Pro Textil 06.
La principal postura la marcó Bohm quien afirmó que
"la industria ha trasladado los aumentos de precios en menor medida que los recibió. Los
precios mayoristas están muy por debajo de los aumentos de precios minoristas y al consumidor. La
rentabilidad está apoyada en el volumen".
"Hay sectores de la cadena de valor que son desproporcionados. Nosotros manejamos la política
de precios con un alto grado de responsabilidad, pero
hay algún punto de la cadena de valor donde se han desbocado los precios al consumidor.
Vemos que los precios en la salida de fábrica ha tenido razonabilidad, pero cuando llega al
comercio, el costo es alto", denunció el titular de Guilford.
Frente a las advertencias del Gobierno acerca de abrir la importación si no se limitan los
valores, sostuvo que "si hay quienes estén dispuestos a pagar determinado precio, el producto será
importado y no nacional. Si esa es la política que quiere el Gobierno...".
Por su parte, Estebecorena planteó que se produjo
"un descalabro general" en los precios de productos que determinó que algunas
marcas reconocidas en un segmento alto pasaran a ser "más baratas y otras más económicas comenzaran
a tener precios elevados".
Crisis energética. El horizonte energético no fue tomado en tanto como un eje
central en la estrategia de inversión para el desarrollo de productos aunque remarcaron la
necesidad de que se garantice la provisión del fluido y reconocieron haber hecho consultas para
adquirir generadores.
"Para producir, necesito energía, que el estado me dé los elementos necesarios", indicó Marco
Meloni: mientras que su Huerta puntualizó que "necesitamos energía y es importante".