La corrida cambiaria hizo tambalear el esquema de reducción de la pobreza que llevaba adelante el Gobierno. El aumento del dólar repercutió en una devaluación del peso y una consecuente suba de la inflación. Ante este panorama económico, el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) advirtió que la pobreza puede "aumentar de forma importante".
En marzo pasado, las cifras de pobreza e indigencia generaron caras de felicidad en el Gobierno nacional. Según los datos del Indec, en términos interanuales, en el segundo semestre de 2017 se registró una baja de 4,6 por ciento, al situarse en el 25,7 por ciento de las personas de los 31 aglomerados urbanos del país. Sin embargo, con los últimos acontecimientos podría ser que la alegría no se vuelva a repetir.
"La situación de tendencia a la mejora que se había registrado en el segundo semestre de 2017 se vio paralizada con un rebote inflacionario en el primer trimestre, después de la devaluación de diciembre, y un proceso de relativo estancamiento en el sector informal de la economía", analizó anoche el director del Observatorio de la Deuda Social de la UCA, Agustín Salvia en declaraciones a Radio Millenium.
Según Salvia, la suma de la crisis cambiaria, el aumento de tarifas de los servicios públicos (cuya ley para retrotraerlas fue vetada la semana pasada por el presidente Mauricio Macri) y la inflación conforman un "combo" que impactaría en los índices de pobreza.
"Todas las evidencias muestran que estaría aumentado la pobreza de forma no explosiva, pero sí importante. Y, seguramente, las mejores obtenidas en 2017 con respecto a 2016 estarían teniendo algún nivel de marcha atrás", advirtió el director del Observatorio de la Deuda Social de la UCA. En ese marco, Salvia alertó que el empleo en los hogares de menos recursos disminuye: "Se están reduciendo las horas de trabajo de quienes hacen changas en el sector informal".
"El segundo factor que mueve la pobreza es cuánto mejora el ingreso por perceptor. Es decir, que quien trabaje consiga más ingresos o el poder adquisitivo mejore producto de algún proceso deflacionario", apuntó, y añadió: "Hoy está pasando todo lo contrario: los salarios no están aumentando o lo hacen por debajo del ritmo inflacionario".
A su entender, una de las razones que podrían explicar la crisis que se desató en las últimas semanas sería el "exceso de confianza del Gobierno". Hasta noviembre no se van a conocer las cifras de pobreza del Observatorio, pero las primeras estimaciones no son nada alentadoras.