ELOBSERVADOR

Equidad y transparencia

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El trabajo “No da lo mismo: sobre el diseño de los elementos de vocación y la equidad electoral”, de las especialistas María Page y Julia Pomares, coordinadora y directora del Programa de Instituciones de Cippec, sostiene que hay tres principios fundamentales a tener en cuenta: incluir la mayor información posible en el instrumento de sufragio para minimizar los sesgos, asegurar equidad en la distribución y brindar certezas; asimismo, dotar de estabilidad a estas reglas:
1. Minimizar sesgos. Tomar precauciones para mitigar los efectos de los sesgos conocidos, como, por ejemplo, el orden de aparición y la visibilidad de las opciones, la utilización de fotos, o las diferencias de tamaño o espacio. Estas precauciones pueden ir desde la incorporación de la mayor cantidad de datos posible para ayudar al elector a identificar cada opción, hasta la organización de la información en la boleta o la pantalla o la presentación de las opciones en orden aleatorio.
2. Equidad en la distribución. Definir reglas que garanticen igualdad de trato a todos los competidores en términos de espacio, información disponible, tamaño de los logos, fotografías, tipografías y orden de precedencia.
3. Sin certezas no hay equidad. Los sistemas de votación se cambian por ley especial y fijando criterios claros para garantizar la equidad en el diseño del nuevo instrumento de votación. Así, donde se utiliza la boleta única o los sistemas de voto electrónico es habitual que la ley precise la información que debe ser incluida y la forma de organizar las opciones en la boleta o las pantallas.
Definir estos aspectos antes de que se haya iniciado el proceso electoral fortalece la transparencia y la equidad de la elección.