ESPECTACULOS
‘FALCON Y EL SOLDADO DE INVIERNO’

“Capitán América nos mira a los ojos”

Los actores Anthony Mackie y Sebastian Stan, protagonistas de la nueva serie de Marvel, hablan con PERFIL sobre el vínculo del show con el covid y sobre Estados Unidos.

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Pareja. Parte de la premisa de los episodios tiene que ver con divertirse con el vínculo de ambos personajes. | GZA. MARVEL

"Van a ver mucho más Marvel ahora” dice Sebastian Stan. El actor que interpreta desde hace años a El Soldado de Invierno sabe de lo que habla. Acaba de estrenar, junto Anthony Mackie, la ansiada nueva serie de Disney +, Falcon y El Soldado de Invierno. El show lidia desde el vamos con dos cosas.

A nivel relato de la compañía de entretenimientos más poderosa y exitosa del mundo, la nueva serie marca una continuación: ¿qué pasa en un mundo sin el Capitán América interpretado por Chris Evans? ¿Cómo sobreviven dos superhéroes marginales en un instante donde media humanidad ha pasado a ser marginal? Por otro lado, a nivel repercusión el show debe seguir a Wandavision, el megasuceso que implicó el desembarco de Marvel en el terreno de las series. En ambos casos, el show parece apuntalar la idea de Marvel como cuentahistorias perfectamente organizado, que explora desde su popularidad qué puede hacerse y qué no con los relatos de superhéroes.  

—¿Qué es lo que creen que Marvel ha hecho bien para lograr que la gente se fascine con la cultura de los superhéroes, con su dinámica del “continuará” que siempre había sido patrimonio solo del fan de los cómics?

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ANTHONY MACKIE: Creo que los personajes de Marvel desde siempre, desde que fueron creados, han sido humanos, y que humanizar al género ha sido su premisa. Entonces es lógico que ese paso, que esa definición del alma de Marvel en el papel llegue de esta forma al cine. Igual, suena bien, pero no es fácil. No es que otros productos con superhéroes hayan decidido intencionalmente deshumanizarlos. Creo que aquí le debemos todos a Iron Man, a Tony Stark, y desde ahí todo se edifica hacía arriba. Es la piedra basal. El universo Marvel en el cine tiene su oscuridad y tiene su luz, de hecho, es la forma en que ha sido luz lo que le permitió ir a rincones tan oscuros en los últimos años. ¿Por qué te importaría que desaparezcan tantos personajes si no te importan? Y eso nace con Tony Stark, y con Robert Downey Jr. Sin ellos, esto no se daba de la forma en que se dio.

—¿Y qué creés entonces que se vio en los superhéroes para generar la franquicia más exitosa de la historia del cine?

M: Kevin Feige, y la pandilla ahí, los responsables de los pasos dados en el cine han sabido generar contenido fácil de digerir, pero no con una fórmula. Es decir, supieron explotar lo que ya había sido explotado por años en papel, pero tuvieron grandes instintos de cine. O la gente alrededor de ellos los tuvo. Por ejemplo, insisto, confiar en Robert Downey Jr. para darle alma al género, porque en definitiva eso sucedió, era un salto al vacío. Eso implica entender qué deberían ser estos personajes, pero más importante qué debería ser el entretenimiento, al menos masivo ahora. Por eso, se puede llegar de, digamos, un film tradicional como Iron Man a series experimentales, al menos para alguien que solo ve Hollywood, como Wandavision. Y ahora, claro, a Falcon y El Soldado de Invierno.

Anthony Mackie y Sebastian Stan presentaron su serie

—Marco Spellman, uno de los responsables de la serie, ha dicho que es un gran fanático de las películas de acción, de pareja-despareja, de los años 80, como “Armal mortal”, y así. ¿Eso existe en la serie?

SEBASTIAN STAN: Esa película, la verdad, es que yo hoy las siento increíbles. Era una fuente de mucha diversión. Pero también, muchas de ellas, tenían un corazón, no por ser industria renegaban de ello. Entonces había ahí algo, que esta dupla que confirman Falcon y El Soldado de Invierno, que aparece y mucho en la serie. Pero lo cierto es que habrá mucho en todos los episodios. Hay algo interesante en ver y poner en foco a dos personajes distintos: Falcon es un hombre de color, que no es millonario y que ahora debe lidiar con un mundo donde no tiene al Capitán América a su lado, El Soldado de Invierno es alguien que vive con una muy justificada culpa. Por ende, son arcos que no suelen ser comunes a los héroes, y eso es algo que nos interesaba mostrar.

—¿Qué implica para ustedes poder salir de los pocos minutos que sus personajes tenían en otros films, o roles más herméticos a la hora del desarrollo de una historia personal, y ahora poder ponerlos en otro formato narrativo?

M: Fue divertido, tampoco exageraría en decir que es algo que sentimos nos “liberó” como actores. Pero tenés seis horas, y tres horas están dedicadas a cada personaje, ahí podés actuar, y como actores, es lo que querés hacer. Sacarnos los guantes, y laburar mucho en estos personajes, crear algo que se siente diferente. Que se siente pensado para esquivar los clichés de los superhéroes, o incluso lo que la gente espera.

—Sus personajes en la ficción de Marvel fueron parte del “blip”, del instante donde se desvaneció en el aire la mitad de la población del universo. En “Avengers: Endgame” esos ausentes vuelven, pero hoy, cada vez más, vemos cómo se debe lidiar hasta burocráticamente con ese retorno. ¿Cuánto de esa línea argumental refleja el mundo de hoy?

S: Mucho. Muchísimo de hecho. En el show hay un mundo que vivió algo traumático y que se hace preguntas muy importantes. En ese sentido, nosotros vivimos un momento similar, que aún no ha finalizado. Todavía se viven las repercusiones de esas ausencias y sus retornos, y en ese sentido, hay algo que se siente conectado con los meses de encierro, con el Covid-19. Estos dos personajes tratan de ser alguien, de vivir, en este mundo nuevo, y eso conecta al show muchísimo con lo que le pasa a muchos hoy en día y con lo que sucede.

—Internet se volvió loca con las teorías conspirativas a la hora de “Wandavision”, la primera serie de Marvel, que acaba de finalizar. ¿Se viene con ustedes un nuevo sacudón de teorías conspirativas?

S: Bueno, nuestro show es muy distinto. Eso seguro. Es distinto a la hora del tono, del tema, de la acción. No hay comparación. Pero sí, se va a poner cada vez más sorpresivo, y cada vez más preguntas. Y si somos sinceros, sí, van a querer descubrir qué es lo que está pasando y no van a tener idea.

—La figura del Capitán América en Marvel siempre, después de las guerras mundiales, fue más una crítica a Estados Unidos que una aseveración de status quo. ¿Qué implica esa figura en Estados Unidos y en el mundo en este momento?

M: Estados Unidos, como casi todos los países del mundo, se encuentran en un período de transición. El 2020 fue un año de reacomodarse, de entender dónde estamos y que quizás ese dónde estamos tampoco era bastante bueno. Dicho esto, creo que el Capitán América representa cierta nobleza esperable de cualquiera. La mayoría son países jóvenes, y Estados Unidos definitivamente. El rostro del Capitán América, su mirada, su hacer es la forma de mirar a los ojos lo que podríamos ser como humanidad, como sociedad.

 

La revolución de Disney + y sus shows

—¿Qué creen que funciona mejor ahora que Marvel genera estas series y puede dedicarles seis horas a determinados personajes?

Anthony Mackie: Es un combo en realidad. Siempre hay una experiencia de cine, un aire de cine. Pero también de cómic. Y creo que eso genera una nueva experiencia cinematográfica, que ya no es tan nueva porque define a Marvel. Pero hay que se allí, que no pocos saben: el creador, quién lleva el show, realmente importa. No es solo una herramienta, sino que se lo escucha y mucho. Incluso a nosotros. No creo que haya que ver todas las películas anteriores, son muchísimas. Obvio que sirve, para quien busca ese link con ese otro objeto. Pero no creo sea lo crucial. Pienso que Wandavision junto a Falcon y El Soldado de Invierno van a cambiar la televisión, lo que se espera y quiere de las series. De la misma forma que Game of Thrones lo hizo, de la misma forma en que The Wire lo hizo. Francamente creo que hay una forma de disfrutar estos shows que no solo habla del fan de Marvel. Creo que están hechos para cualquier espectador.

—¿Cómo fue trabajar con la directora Kari Skogland?

Sebastian Stan: Fue genial, ya que ella quería asegurarse que nuestro show fuera humano, que tuviera muchas capas, pero una principal y primera muy poderosa. Eso fue algo muy diferente, al menos buscado. No le importaba tanto la acción sino los personajes. Pero a la hora de la acción, era genial.