“¿Cómo podés decirme que me amás si ni siquiera sabés cómo lastimarme?”, así le dice al marido que va a dejar la protagonista de la versión cinematográfica del famoso libro Intimidad, del escritor inglés Hanif Kureishi.
Si del amor al odio hay un paso, saber cómo lastimar parece ser la fase final de esta historia de amor que construyeron durante 22 años Jorge Rial y Silvia D’Auro. Una historia que atravesó por momentos duros que cimentaron una unión marital tan sólida como la que también lograron formar como empresa.
De ser una promotora de un conocido banco –eso era ella cuando él la conoció en el complejo Torre de Manantiales en Mar del Plata–, Silvia pasó a ser la cabeza de una estructura comercial con un producto muy exitoso: Jorge Rial. Ella –reconocido por él mismo– fue quien siempre negoció los contratos con el canal y manejó la pauta comercial no tradicional –PNT– de Intrusos, y los contratos que, por menciones y apariciones, se generaban con políticos como Mauricio Macri o Sergio Massa.
Y esto también planteó una situación que no siempre suele darse: en este divorcio es la esposa quien tiene el control casi total del patrimonio familiar, y no el esposo. Sí, Rial no estaría seguro de cuánto dinero tiene ni dónde, y por este motivo el estudio de abogados que lo representa pidió un análisis completo de los libros contables de Ideas+Ideas, la productora del tándem Rial-D’Auro.