Kidman y el día que sintió que un fotógrafo quiso matarla

La actriz de Hollywood Nicole Kidman declaró hoy ante una sala repleta de periodistas, en el Tribunal Supremo de Nueva Gales, que el conocido fotógrafo Jamie Fawcett la siguió en una persecución "loca" en automóvil en enero de 2005.

La actriz, de origen autraliana, aseguró que Fawcett se escondió en las afueras de su casa cerca del puerto y que comenzó a perseguirla cuando ella se digiría a la casa de sus padres para visitarlos.

La ex de Tom Cruise, con quien tiene dos hijos, relató que en ese momento, pensó que Fawcett intentaba matarla y que después del incidente contrató guardias permanentes que cuestodian todos sus movimientos y los de sus hijos y que además ya no conduce más.

Vestida con una falda gris, una blusa color crema y un cardigan beige, Kidman dijo que Fawcett la perseguía a ella y a su esposo Keith Urban cuando estaban en Sydney. Añadió que realmente se sintió muy asustada cuando su representante, quien manejaba el auto, le dijo que los estaban siguiendo en dos coches. "Conducían como locos, cruzaban los semáforos en rojo y se pasaban de carril", dijo. Y agregró: "Estaba asustada y preocupada ante la posibilidad de que ocurriera un accidente".

En su declaración a la policía en febrero de 2005, Kidman dijo que ese momento llamó a la publicista Wendy Day y le dijo: "Estamos siendo perseguidos por Jamie Fawcett. Es él otra vez. Creo que está intentando matarnos".

La protagonista de Moulin Rouge fue citada por el tribunal para determinar si Fawcett debe ser indemnizado, después de que este presentara y ganara una demanda por difamación contra el rotativo The Sun Herald, propiedad de la empresa Fairfax, que lo calificó como el fotógrafo "más odiado" de Sydney, en un periódico local. Hace una semana, la sala escuchó los testimonios de Wendy Day, relaciones públicas de la actriz y su padre, Anthony Kidman, además de Manning.

Kidman ya había demandado antes a Fawcett y a otro fotógrafo por acoso en 2005, argumentando que su constante presencia frente a la puerta de su residencia atentaba contra su libertad. Los juzgados emitieron entonces una orden de restricción que obligaba a ambos periodistas a mantenerse por lo menos a veinte metros de distancia de la casa, pero luego fue retirada.