ESPECTACULOS
Silvina Perillo

La gran despedida que se merece

Adios. Perillo tendrá hoy su fiesta, en el ND Ateneo.
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Hoy, en el teatro ND Ateneo sucederá un acontecimiento pocas veces visto en el mundo de la danza. En este circuito, famoso por la competitividad y las envidias, esta vez será la excepción. Todos –con mínimas y puntuales excepciones– los bailarines del Teatro Colón se unieron para organizar un espectáculo hecho a pulmón para despedir a Silvina Perillo. En 2013, la primera bailarina deja la actividad al cumplir 45 años de vida y más de 35 subida a las puntas de pie. La función de Don Quijote del 8 de septiembre, en el Teatro Colón, será protagonizada por ella. Con este acontecimiento, el coliseo porteño considera cumplida la despedida a la rara trayectoria de esta intérprete que apostó su corta duración profesional a este teatro, sin desplazarse –habiendo podido hacerlo– a otros horizontes. Pero los integrantes del Ballet Estable consideraron que Perillo merecía más. Por eso hoy participarán, entre otros, Karina Olmedo, Maricel De Mitri, Gabriela Alberti, Alejandro Parente, Edgardo Trabalón, Vagram Ambartsoumian, Luciana Barrirero, Carla Vincelli, Gerardo Wyss y Nahuel Prozzi. Ellos interpretarán pas de deux de La bella durmiente, Cascanueces, Espartaco, El corsario, Carmen, El lago de los cisnes, Pas d’esclaves y dos obras de Leonardo Reale. Silvina Perillo cerrará con un solo, el tango Se dice de mí, de Tita Merello, con coreografía de José Luis Lozano. Federico Fernández, uno de los bailarines participantes y organizador de la gala, da las razones que justifican el esfuerzo. “Queríamos homenajear a Silvina y su carrera intachable. Dentro del Colón, hasta este momento ella tiene programadas dos funciones del rol protagónico de Don Quijote. Pero esto es totalmente insuficiente. La dirección del ballet dio la fecha de estreno a otra bailarina; y, además, esa función de despedida no es una función más, especial, agregada para ella, sino una de las seis pobres funciones que se programaron en total. Sobre Silvina Perillo, que está en el Colón desde antes de que Lidia Segni fuera la directora, nos duele que muchas veces la dirección la haya dejado de lado. El primer elenco del Quijote, el segundo y el cuerpo de baile creemos que su despedida debe ser más promocionada: todos están diciendo que ella debería estrenar este rol de la Kitri que ha hecho tantas veces. Es una opinión de nosotros, no de la dirección. Es por eso que yo ideé esta gala homenaje, y estaremos todos los que Silvina quiere que estemos.

 

Una carrera sin altibajos

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Silvina Perillo nació el 22 de julio de 1968 y comenzó sus estudios con los maestros Wasil Tupin y Mercedes Serrano, en 1975. Una varita mágica la tocó ya a los 10 años, cuando compartió escenario con la notable Maya Plisetskaya en la obra Isadora, de Maurice Béjart. En 1992 ganó por concurso el rango de bailarina solista en el Ballet Estable del Teatro Colón. En 1990 recibió la medalla de bronce en la New York International Ballet Competition. Muchos otros reconocimientos e invitaciones a compañías locales e internacionales le correspondieron a Silvina, destacada, entre otras personalidades del ballet, por Raquel Rossetti, la experimentada intérprete que acompañó a Julio Bocca en el premio de Moscú en 1989. En 2002, la bailarina fue invitada por Alicia Alonso para bailar Don Quijote completo junto al Ballet Nacional de Cuba. El listado de obras protagonizadas por ella es muy extenso, así como detallarlo completo, pero lo más llamativo es que toda su carrera se forjó estudiando y actuando en el Teatro Colón, sin alejarse del coliseo, y es esta continuidad –espléndida y sin altibajos– la que le ha permitido ganar, de parte de sus compañeros y del público, tanta admiración y respeto. Sin dudas, una artista gigante que se despide a lo grande. La escena la extrañará.