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Máxima reina, qué se espera de la preferida en la monarquía holandesa

Cambian los roles para la argentina. ¿Reina y también gobierna? Fotos.

El matrimonio se prepara para asumir el trono el Holanda.
| AFP

El 30 de abril la princesa Máxima Zorreguieta se convertirá en Reina de Holanda. La vida de una de las preferidas de la Corona de ese país volverá a cambiar: tendrá mayor injerencia en cuestiones concretas de Estado, con lo que dejará de lado su figura exclusivamente protocolar. Eso es lo que varios especialistas afirman luego de que la reina Beatriz de Holanda anunciara su abdicación, en favor de su hijo Guillermo.

Arnaldo Miranda es historiador de la realeza y especialista en derecho nobiliario. En diálogo con Perfil.com, señaló: "Máxima deberá acompañar a su esposo en todo lo inherente al traspaso y la coronación como rey. Para Argentina no deja de ser un punto más a favor". Para el académico, el origen de la futura reina es un punto de inflexión en la tradición europea. El Parlamento holandés "permitió el casamiento del Príncipe con una persona que no era de la realeza. Las monarquías europeas dejaron atrás esas tradiciones", sostiene.

"Se espera que como Reina consorte acompañe al rey en sus acciones, que es jefe espiritual y político de este Estado", explicó Miranda. Para él, no hay nada librado al azar. "La reina fue delegando y preparando a un Príncipe heredero", explica. Y algo similar ocurrirá con Amalia, la hija más grande del matrimonio, que "se convierte automáticamente en princesa heredera y primera en la (línea de) sucesión".

Lugar de pertenencia. "Ahora tendrá más poder, a diferencia de su suegro, que nunca pudo ser Rey", afirma Soledad Ferrari, biógrafa de Máxima. "En cambio, ella va a ser reina por su trayectoria y lo bien que le cae a los holandeses", afirma la autora de "Máxima. Una historia real". Para Ferrari, no hay dudas de que ahora "cambiará mucho su vida, con más poder obviamente aunque no tendrá injerencia en cuestiones centrales".

La estampa de la próxima Reina de Holanda "le suma mucho a la figura de su marido", señala la escritora. "Cuando Máxima era una plebeya porteña siempre quiso un lugar de pertenencia y de poder, al igual que los padres. Por eso la mandaron a un colegio como el Northlands, a pesar de ser clase media acomodada", explica. "El plan era que se codeara con gente de más nivel. Acertaron porque una de sus compañeras de colegio fue quien le presentó al Príncipe", considera.