En una declaración de fuerte impacto geopolítico, la canciller alemana Angela Merkel aseguró tener “pruebas” de varios intentos “escandalosos” de pirateos rusos contra ella. “Puedo decir honestamente que me hace daño. Cada día intento tener mejores relaciones con Rusia y por otro lado hay pruebas muy tangibles de que las fuerzas rusas hacen eso”, dijo ante los diputados en el Bundestag.
Merkel se refirió a un ciberataque que en 2015 fue dirigido contra la Cancillería alemana, la Cámara de Diputados y los servicios secretos de ese país. El ataque al Bundestag fue atribuido al GRU, los servicios de información militares del país gobernado por Vladimir Putin.
Al mismo tiempo, los ciberpiratas habrían accedido a datos personales en un sistema de mensajería que utilizaba la canciller.
Según Merkel los investigadores identificaron a un sospechoso. “Todavía nos reservamos el derecho de tomar medidas, incluidas contra Rusia”, dijo, al definir el espionaje como “escandaloso”.
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La canciller también habló del asesinato en Berlín en 2019 de un georgiano de origen checheno, homicidio que según varios medios de comunicación también fue responsabilidad de los servicios secretos de Putin.
No es la primera vez que Merkel es blanco del espionaje de otras potencias. En 2013, el ex contratista de la NSA, Edward Snowden, reveló que Estados Unidos había intervenido el teléfono móvil de la líder alemana. La canciller calificó se trató de un gesto inaceptable “entre amigos”. Snowden, que reveló una masiva trama de cibervigilancia en su país y en todo el mundo y, luego, se refugió en Rusia, envió una carta a Merkel en la que ofreció declarar mediante videoconferencia ante el Bundestag alemán.
LD