Rodeado ya de sus muebles alemanes y de su piano, y con la cocina hecha a nuevo, Benedicto XVI comienza a partir de hoy a definir los trazos gruesos de su pontificado. ¿Será un período de transición, un mero puente entre el papado fundacional de Juan Pablo II y algo que aún está por venir, como piensan algunos?
Por lo pronto, la semana pasada apareció una sombra en el pontificado: la prensa italiana reveló que, en el cónclave de abril, Joseph Ratzinger tuvo menos respaldo que sus antecesores, ya que 24 cardenales no lo votaron.
Sin embargo, Benedicto XVI da señales de que piensa permanecer un buen tiempo al frente de los católicos: ordenó la refacción total del apartamento reservado al Papa, una tarea que demandó dos meses.
Este papado comenzará a definirse hoy, cuando Benedicto XVI inaugure el primer Sínodo de su pontificado, en el que 256 obispos de todo el mundo analizarán temas espinosos como, por ejemplo, la situación de los católicos divorciados vueltos a casar, que no pueden comulgar ni confesarse.
El cargo más ambicionado es el de secretario de Estado: es el número 2 del Papa, una suerte de primer ministro, ya que maneja las relaciones con el mundo y los asuntos cotidianos del gobierno de la Iglesia.
Desde hace 14 años el secretario de Estado es el cardenal Angelo Sodano, quien en noviembre cumplirá 78 años, es decir tres más del “techo” establecido por el Código Canónico para presentar su renuncia.
“Especulaciones hay muchas, pero nadie sabe lo que piensa el Papa. La primera incógnita es si reemplazará o no a Sodano; la segunda, si el nuevo secretario de Estado será italiano o no, y la tercera, si pertenecerá o no al cuerpo diplomático de la Santa Sede”, dijo a PERFIL Gianni Cardinale, “vaticanista” de la revista 30 Giorni.
Candidatos
Si esa tradición se cumple, y siempre que Benedicto XVI decida desprenderse de Sodano, hay varios candidatos entre los italianos, que siempre se han destacado por su muñeca política, entre ellos el arzobispo de Génova, Tarcisio Bertone; el patriarca de Venecia, Angelo Scola, y el titular de la Congregación para los Obispos, Giovanni Battista Ré.
En los últimos días aparecieron candidatos que no son italianos, como el arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio, uno de los 256 obispos que participa del sínodo, que se extenderá hasta el 23 de octubre.
