INTERNACIONAL
Doble discurso

Bush y EE.UU., dos imágenes entrelazadas

Los atentados del 11 de septiembre de 2001 marcaron la inauguración de un nuevo ciclo, que hizo de la década pasada una transición entre dos grandes períodos: el de la Guerra Fría y el de la lucha contra el terrorismo fundamentalista.

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Misión cumplida. Bush proclamó una victoria inexistente. | cedoc

La caída del Muro desarticuló la Guerra Fría, que tenía a la pugna entre EE.UU. y la URSS como eje del conflicto mundial.

Es así como, a comienzos de los noventa, la combinación de mercado y democracia parecía convertirse en un modelo universal.

Pero ya a mediados de la década pasada. el llamado movimiento “antiglobalización”, en el que confluyen ambientalistas, indigenistas, regionalistas y marxistas, comenzó a transformarse en un nuevo eje de protesta, que se hizo sentir durante la segunda presidencia de Bill Clinton, cada vez que se reunían líderes mundiales y organismos internacionales en distintos países de Occidente.

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Politólogos franceses comenzaron entonces a acuñar el término de “hiperpotencia” para referirse a EE.UU. y a sostener que la globalización era, en realidad, una fachada de la “americanización” del mundo

Los atentados del 11 de septiembre de 2001 marcaron la inauguración de un nuevo ciclo, que hizo de la década pasada una transición entre dos grandes períodos: el de la Guerra Fría y el de la lucha contra el terrorismo fundamentalista. Algunos, como el jefe del Servicio de Inteligencia británico, sostienen que este segundo período durará, como mínimo, medio siglo, lapso similar al anterior.

Dichos atentados tuvieron lugar a nueve meses de la llegada al poder de George W. Bush

Ello hizo que la evolución de la imagen de EE.UU. en el mundo durante el nuevo ciclo, dominado por la cuestión del terrorismo, se relacionara estrechamente con la evolución de la imagen de su presidente.

Desde el inicio de la guerra de Irak, la imagen de ambos, de Bush y de EE.UU., viene disminuyendo sistemáticamente en casi todos los países del mundo.

Cuando Bush fue reelecto el año pasado, se trató de la primera elección con opinión “globalizada”: los sondeos realizados en el ámbito mundial mostraron claramente que allí los demócratas ganaban ampliamente en el planeta, mientras que los republicanos vencían en EE.UU., explicitándose así la brecha entre el mundo y dicho país.

La reelección de Bush, inevitablemente, identificó su imagen con esa nación en términos mundiales y ésta fue la sensación de la opinión pública internacional

El análisis de los sondeos en el ámbito mundial muestran que la gran mayoría de quienes tienen imagen negativa de Bush la tienen también de EE.UU.; y a la vez, quienes tienen imagen negativa de este país la tienen también de su presidente.

Son pocos los que tienen imagen negativa de Bush y positiva de EE.UU., lo cual muestra que ambas cuestiones aparecen hoy fuertemente enlazadas.

En conclusión, hoy la imagen de Bush y su país guardan una fuerte identificación para la opinión pública mundial, y es claro que las actitudes del presidente han empeorado significativamente la opinión acerca de los Estados Unidos.

El interrogante que queda hacia el futuro es si el cambio de presidente que tendrá lugar en enero de 2009 tendrá o no capacidad de revertir el daño que ha sufrido en los últimos años la imagen de EE.UU.

*Director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría.