Este sábado, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, celebró el ataque aéreo contra el régimen sirio lanzado este viernes por Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia. "No podría haber tenido un resultado mejor. Un bombardeo perfectamente ejecutado anoche", aseguró a través de la red social Twitter.
Los misiles utilizados fueron los Tomahawk, armas de rango intermedio con un alcance de unos 1.250 a 1.500 kilómetro capaces de tomar rutas alternsativas de circunnavegación para que no puedan ser derribados.
Según explicó el mayor retirado del Ejército de EE.UU. James 'Spider' Marks en declaraciones a la cadena CNN, cada una de estas unidades costó alrededor de 569.000 dólares de 1999, equivalente a alrededor de 832.000 dólares de hoy día. Fueron utilizados por primera vez por Estados Unidos en la Operación Tormenta del Desierto y han estado en funcionamiento desde entonces.
Durante la jornada de ayer el país noerteamericano y sus aliados lanzaron 103 de estas armas, pero unos 70 fueron interceptados por las defensas antiaéreas sirias, de acuerdo a información del Ministerio de Defensa ruso.
Por su cuenta, el general Joe Dunford, jefe del estado mayor estadounidense, aseguró que las fuerzas occidentales apuntaron a tres objetivos, uno cerca de Damasco y otros dos en la región de Homs, en el centro de Siria.
Trump argumentó que ordenó la noche del viernes "ataques de precisión" contra objetivos en Siria asociados con el programa de armas químicas como una represalia por el supuesto ataque con armas químicas del Gobierno sirio de Bashar al- Assad contra la ciudad siria de Duma.
El bombardeo generó el fuerte rechazo de grandes potencias como China y Rusia. "Nadie ha otorgado el derecho a los dirigentes occidentales de atribuirse el rol de gendarmes del mundo, a la vez de investigador, fiscal, juez y verdugo", indicó María Zajarova, vocera del Ministerio de Relaciones Exteriores del país ruso.
Amnistía Internacional también pidió este sábado "minimizar el daño" que se causa a la pobación común en bombardeos como estos. "Hay que tomar todas las precauciones para minimizar el daño a los civiles en cualquier acción militar", dijo en un comunicado Raed Jarrar que trabaja en la división para Oriente Medio y África del Norte.
