Desde el corazón del Vaticano, a cien pasos de la mismísima plaza de San Pedro, detrás del maravilloso portal cuatrocentista del Palacio Bramante, en el número 34 de la romanísima Via della Conciliazione, el cardenal argentino Leonardo Sandri coordina el trabajo de la Congregación de las Iglesias orientales. Y sueña con convertirse en el próximo Papa. Desde la Ciudad del Vaticano, conmovida por la histórica renuncia de Benedicto XVI, PERFIL reconstruyó cómo vive estos días tan importantes el papable argentino.
"Nadie lo ve cuando entra, nadie sabe cuándo se va –susurra Gianni, el portero del edificio vecino al de Sandri–. Dicen que tiene muchas posibilidades de ser el próximo Papa, debe ser por eso que hay tanto movimiento frente a su oficina por estos días."
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