Detroit - El mormón Mitt Romney, que sufrió dos severas derrotas en Iowa (centro) y New Hampshire (noreste), resucitó este martes en las primarias republicanas de Michigan, el estado donde nació, al lograr una victoria que le permite quedar en carrera para la Casa Blanca.
"Esta noche es el inicio del regreso", se congratuló Romney ante sus partidarios, al celebrar un imperioso triunfo en el estado en el que nació y del que su padre George fue gobernador en los 60, tras perder frente el senador John McCain en New Hampshire y el bautista Mike Huckabee en los caucus de Iowa.
"Esta noche es un triunfo del optimismo contra el pesimismo al estilo de Washington", añadió el mormón Romney, que sólo había ganado hasta ahora en el poco poblado Wyoming (oeste), y que lleva a cabo una campaña que le ha costado más de 50 millones de dólares, buscando suceder al republicano George W. Bush dentro de un año en la Casa Blanca.
Según las proyecciones de los canales noticiosos estadounidenses, el ex gobernador de Massachusetts, que se declara admirador del ex presidente del Gobierno español José María Aznar, logró 37% de los votos, contra 31% para McCain y 17% para Huckabee.
Romney mantiene una dura línea contra la inmigración ilegal, contrariamente a McCain, que aboga por regularizar a los cerca de 12 millones de indocumentados que viven en Estados Unidos si pagan una multa y aprenden inglés.
Con su triunfo en Michigan, un estado severamente afectado económicamente, Romney encara con mayor tranquilidad las próximas primarias y el llamado "supermartes" del 5 de febrero, cuando más de una veintena de estados designarán a quiénes prefieren de candidatos para las elecciones presidenciales del 4 de noviembre. Entre 2000 y 2007 Michigan perdió 275.000 puestos de trabajo en el sector industrial. El 10,5% de su población (estimada en algo más de 10 millones de personas) vive bajo el nivel de pobreza.
Después de Michigan, los republicanos mantendrán el sábado sus próximas primarias en Carolina del Sur, así como los caucus en Nevada, un estado donde los hispanos representan algo más de 10% del electorado.
En tanto, los demócratas miran más allá de Michigan, hacia los caucus del sábado en Nevada, el primer Estado densamente poblado de hispanos en votar en la maratón electoral de 2008. Debido a un diferendo entre la dirección nacional y las instancias locales del Partido Demócrata sobre la fecha de las primarias, los demócratas no participaron en esta ronda electoral.
Las normas del Partido Demócrata, así como las del Republicano, estipulan que ningún estado, excepto Nevada y Carolina del Sur, están autorizados a organizar primarias entre el caucus de Iowa y las primarias de New Hamsphire (3 y 8 de enero respectivamente) y el "supermartes" del 5 de febrero.
Dos estados, Michigan y Florida, decidieron saltarse esta regla organizando sus primarias el 15 y el 29 de enero. Los dos partidos reaccionaron de forma distinta ante esto. El Partido Demócrata decidió simple y llanamente marginar a los 156 delegados de Michigan y a los 210 de Florida de la convención que designará finalmente al candidato demócrata a la Casa Blanca, a mediados de año.
Por su parte, el partido Republicano decidió privar de asistencia a la convención a la mitad de los delegados de ambos estados. Michigan tendrá 30 delegados en lugar de 60 y Florida 57 en lugar de 114.
Fuente: AFP