DES MOINES, EEUU (AFP) - El joven senador negro demócrata Barack Obama causó la noche de este jueves la primera sorpresa de la campaña electoral estadounidense, al derrotar en los primarias de Iowa (norte) a la favorita Hillary Clinton, mientras el ex pastor bautista Mick Huckabee venció entre los republicanos.
Según proyecciones de los principales canales televisivos estadounidenses, Obama, que podría convertirse en el primer presidente negro de Estados Unidos, asestó un duro golpe a la también senadora y ex primera dama Clinton, así como al ex senador John Edwards, en los comicios del pequeño estado rural de Iowa.
Obama, de 46 años, ganó en un estado donde el 95% de la población es blanca, tras presentarse como el candidato del cambio y de la esperanza, al tiempo que no cesó de recordar que no había apoyado en el Congreso la invasión de Irak como sus rivales Clinton y Edwards.
Por parte republicana, el ex gobernador de Arkansas, Mike Huckabee, ganó los comicios republicanos en Iowa, donde se inició formalmente la carrera para las elecciones presidenciales del próximo 4 de noviembre en Estados Unidos.
Huckabee, de 52 años, que registró un fuerte auge en el último mes gracias al apoyo de los evangelistas, derrotó al ex gobernador de Massachusetts, Mitt Romney, un mormón que encabezó durante varios meses las encuestas en Iowa.
©AFP - SAUL LOEB
En medio de una campaña republicana dominada por la lucha contra la inmigración clandestina, el ex gobernador, que ha sido pastor bautista durante 20 años, presentó hace un mes un plan de reforzamiento del control de la frontera, que recibió el apoyo del fundador de los cazainmigrantes Minutemen, Jim Gilchrist.
Al ser interrogado sobre los resultados por el canal Fox News, Romney concedió la derrota: "Podría decir felicitaciones a Huckabee por la primera ronda y nos vemos en New Hampshire", declaró, en alusión a las primarias que se celebrarán el próximo martes en dicho estado, donde Romney lidera las encuestas.
La próxima y segunda etapa de cara a la investidura para las elecciones del 4 de noviembre se anuncia más difícil para Huckabee en dicho estado de Nueva Inglaterra, donde los cristianos conservadores tienen menos influencia.
Además, el senador republicano de Arizona, John McCain, efectuó una espectacular remontada en dicho estado, donde pisa los talones de Romney.
En cambio, el otro favorito, el ex alcalde republicano de Nueva York Rudy Giuliani decidió no implicarse en la campaña en Iowa para invertir todos sus esfuerzos en otras primarias.
Giuliani ha sido la excepción. Los otros candidatos recorrieron sin descanso la tierra que vio nacer al legendario actor John Wayne, invirtiendo más de 40 millones de dólares en propaganda para arrancar el apoyo de los habitantes de este estado que representa el 1% de la población de Estados Unidos.
Con temperaturas exteriores de menos de -10 grados Celsius, los electores se reunieron durante una hora o dos en un total de 1.781 centro electorales, ubicados en cafés, iglesias o bibliotecas, para designar a sus candidatos para la investidura de ambos partidos para las elecciones del 4 de noviembre.
Este pequeño estado suele ser clave para las elecciones presidenciales, pese a que no es nada representativo del resto del país: su población tiene alto índice de agricultores y jubilados y bajo índice de minorías étnicas.
Su raro sistema de votación constituye a la vez un ejemplo de democracia directa y un verdadero rompecabezas burocrático. Los electores deben presentarse a votar todos al mismo tiempo y no a la hora que les conviene, como sucede en las elecciones generales o en las primarias en otros estados. Además, sólo pueden participar los que son miembros del partido Demócrata o el Republicano.
El fracaso en Iowa suele ser fatal para los aspirantes a la investidura partidaria para la carrera por la Casa Blanca. Y el éxito suele convertirse en un formidable trampolín, dado que cinco de los siete últimos vencedores en los 'caucus' de Iowa resultaron ganadores de la candidatura presidencial de sus respectivos partidos.
Fuente: AFP