INTERNACIONAL
abril de 2022

Récord de candidatas para las elecciones de Francia, que nunca tuvo una presidenta

Dos de ellas, de izquierda y de derecha, tienen chances de pasar a la segunda vuelta. Macron buscaría la reelección y la figura de la campaña podría ser el “Donald Trump” francés.

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Ellas. Anne Hidalgo, socialista; Marine Le Pen, ultraderecha; Nathalie Arthaud, trotskista, y Valerie Pécresse, centro-derecha. | afp/cedoc

A siete meses de las elecciones presidenciales francesas, un gran número de candidatos se posicionan ya como tales. A diferencia de otras elecciones presidenciales, según los sondeos, cuatro mujeres parecen estar en condiciones de presentarse a la primera vuelta, el 10 de abril de 2022. 

Se destacan la ultraderechista Marine Le Pen, en su tercer intento por la presidencia, y Anne Hidalgo, la alcalde socialista de París, que ha presentado una prometedora propuesta de campaña bajo la bandera de la ecología y la solidaridad. También anunciaron sus candidaturas, sin posibilidades reales de competir, la trotskista Nathalie Arthaud y Valérie Pécresse, del derechista Los Republicanos, el partido de Nicolas Sarkozy.

Es un momento revolucionario para Francia, el país de los derechos humanos que, paradójicamente, nunca había tenido tantas candidatas en las elecciones presidenciales. Nunca una mujer ha sido elegida presidenta de la República Francesa y solo una, Edith Cresson, fue primera ministra, en 1991, por apenas un año.

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Machismo. “El éxito político es el resultado de una personalidad carismática con ideas que conectan con el mundo y están en sintonía con el país. Esto es independiente del género de la persona”, afirma Alexander Melnik, ex diplomático ruso y profesor de geopolítica en la universidad francesa ICN Business School. “La razón principal por la que una mujer nunca ha sido elegida presidenta es que no han sabido cumplir estos criterios. Lo podemos ver de nuevo ahora con Le Pen e Hidalgo. Mientras que Marine Le Pen ha mostrado mediocridad en su discurso desde el debate de 2017 con Emmanuel Macron,  Anne Hidalgo revela ideas más bien huecas e inauténticas”, analiza.

Melnik matiza sus críticas recordando que “en Francia sigue existiendo una percepción más bien machista de la mujer, una mentalidad refractaria contraria a la globalización. Francia hace gala de su excepción al decir que la política es para los hombres y no para las mujeres con falda”. 

Krista Finstad-Million, franco-canadiense, profesora, investigadora de la Unesco y presente en todos los foros de igualdad de género en Francia, coincide de alguna manera con Melnik apoyándose en la escala del académico y psicólogo holandés Geert Hofstede, que describe a Francia como una sociedad masculina en comparación con otros países desarrollados. 

Para la investigadora, Francia “es un país impulsado por la competencia, con una pujante industria armamentística. Se considera un actor clave en el mundo y es un país intervencionista. Algunas mujeres podrían ser vistas como una amenaza para la imagen de esta sociedad masculina”. 

Melnik se atreve también a agregar que “la Constitución de la V República bloquea el desarrollo de un sistema más horizontal, menos radical y adaptado a las mujeres”. Compara a Francia con Alemania, que “muestra con Merkel una tendencia a la negociación, al consenso, es decir, a la horizontalidad en las relaciones políticas”. Esto, de alguna manera, la ha abierto a la globalización dejando la puerta abierta a las mujeres contrariamente a Francia.

 

Multa.  Finstad-Million cree que será cuestión de tiempo que una mujer llegue a la presidencia. Por su experiencia y sus investigaciones, se ha dado cuenta de que “las mujeres necesitan ser llamadas a la política, de lo contrario no suelen dedicarse a ella de forma natural”. De hecho, encuentra que “el trabajo del actual presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha contribuido al impulso de las mujeres en la política, ya que su partido, En Marche, presentó la misma cantidad de candidatas y candidatos a la Asamblea Nacional como candidatos, lo que hizo que aumentara el número de miembros mujeres de la Asamblea Nacional”. 

La ironía es que, según la ley francesa, los partidos que no presenten un 50% de candidatas están sujetos a una retención financiera, pero generalmente prefieren pagar esta multa antes que respetar la paridad. Melnik dice que “este sexismo debe ser superado desde arriba por una nueva generación de jóvenes políticos, que muestren un carácter empático y quizás más femenino, pero auténtico”, y cree que Francia está cambiando y las mujeres están tomando iniciativas. Esto demuestra que Le Pen o Hidalgo pueden no ser muy competitivas en las elecciones del próximo año, pero cambiarán el espectro político abriendo la puerta a otras mujeres que realmente quieren cambiar el sistema.

 

Novedad. Para el profesor y ex diplomático ruso, la figura realmente novedosa del panorama político francés no es una mujer, sino Eric Zemmour, a menudo caracterizado como la versión francesa de Donald Trump o Jair Bolsonaro. Todavía no se ha presentado a las elecciones, pero parece seguir el método de Trump de unir a las clases trabajadoras con la burguesía patriótica. 

“Zemmour es un hombre inteligente y educado, a diferencia de Trump, lo cual es apreciado en Francia. Está mostrando una faceta antisistema y de desconexión que le puede llevar lejos, porque en cierto modo está también utilizando la estrategia de Macron. Si no gana las elecciones, por cierto, está revolucionando el espectro político francés”. 

Aunque Zemmour está atrayendo la atención de todos los medios de comunicación internacionales, hay que recordar que solo tiene entre el 9% y el 11% de los votos en las encuestas y que Marine Le Pen sigue estando muy por delante, lo que le da muchas posibilidades para llegar al ballottage del 24 de abril del año próximo. 

Si bien, según Finstad-Million, el techo de cristal se está rompiendo progresivamente en Francia, dejando a las mujeres llegar al escenario político, parece que esta atracción por la conservación de la vieja Francia no está en correlación con el progreso y la lucha feminista. Será interesante ver cómo se desarrolla la campaña de cada uno de los partidos y si una mujer podrá destacarse frente a los demás candidatos.