El fútbol es política y tanto Boca como River lo saben. El Xeneize afronta un momento de tambaleo, con malos resultados y sin identidad futbolística que generar dudas y conflictos puertas adentro.
En River no todo es color de rosas, tiene sus inconvenientes y sus tropiezos, pero la efectividad ganadora de Marcelo Gallardo le permite mantener la frente en alto.
De esta manera, Boca se asemeja a la imagen que presenta el Frente de Todos, envuelto en polémicas, rupturas internas y un futuro con más dudas que certezas.
Por su parte, River es un reflejo a Juntos por el Cambio, con sus conflictos, errores, pero que sigue ganando, avanzando y se da el lujo de respirar más tranquilo.
A pesar de que Boca hoy está en zona de clasificación a la Fase Final de la Copa de la Superliga, el descontento en la gente y en la dirigencia están a la luz. Sin poder ganar en lo que va de la temporada en La Bombonera a nivel doméstico, el termómetro pone en aprietos a Sebastián Battaglia.
En el último empate, que pudo ser derrota ante Godoy Cruz, parecía indicar la salida del DT Xeneize, que canceló la conferencia de prensa post partido.
Boca volvió a fallar en La Bombonera, no pudo vencer a Godoy Cruz y Battaglia se fue sin hablar
Luego de presentarse a la práctica en Ezeiza, fue el mismo Battaglia quien expresó sus ganas de seguir, que para irse lo tenían que echar. El que tiene el ojo en la mira es Román, que a pesar de ser vice es el que comanda las decisiones en Boca. Ya empezaron a sonar nombres en el reemplazo de Battaglia tale como Hugo Ibarra, Martín Palermo y Luis Zubeldía.
En la vereda de enfrente aparece River, también con sus tropiezos, como la caída en su visita a Talleres en Córdoba, donde el mismo Gallardo expresó que la rotación "fue un paso en falso y que hay que ser más cuidadosos".
River aún no tiene asegurada su clasificación a la Fase Final de la Copa de la Superliga, a pesar de marchar segundo detrás de Racing. Con más problemas externos, que internos al vestuario, el Millonario no vive una historia de novelas.
Los conflictos con las barras están generando un dolor de cabeza a la dirigencia del conjunto de Núñez. A pesar de ello, y de que en algunos partidos no se ve la mejor versión del River de Gallardo, el equipo del Muñeco tiene otro margen de error, cosa que en Boca hoy no sucede.
Primero en su grupo en Copa Libertadores y buscando buenos resultados en lo que queda en el torneo doméstico, River gana, pierde, empata, pero tiene tranquilidad en sus pasillos, algo que en La Boca piden a gritos.
JL PAR