En el Día Internacional contra la Corrupción, María Eugenia Talerico, exvicepresidenta de la Unidad de Información Financiera (UIF), sostuvo que la problemática es "endémica" y "estructural” en el país y que el mayor desafío sigue siendo “empoderar a una Justicia capaz de enfrentar al poder real”. En diálogo con Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (AM 1190), también se refirió a la causa Cuadernos y denunció que empresas confesas "volvieron a ganar licitaciones”.
María Eugenia Talerico es abogada penalista y exfuncionaria pública, reconocida principalmente por su labor como vicepresidenta de la Unidad de Información Financiera durante la gestión del expresidente Mauricio Macri, cargo que ocupó entre 2016 y 2020. Fundadora del espacio Potencia. Fue candidata a diputada nacional por la provincia de Buenos Aires.
¿Cuál es tu balance a más de un mes de las elecciones? ¿La polarización extrema en la provincia de Buenos Aires dejó la imposibilidad de una especie de tercera vía?
Más allá del resultado electoral, creo que se puede construir una alternativa política casi que desde cero. Más allá de ser una referente en materia de lucha contra la corrupción, el lavado de activos, tuve la decisión de salir a construir una alternativa. Yo había recorrido el territorio de la provincia de Buenos Aires como candidata a senadora nacional en Juntos por el Cambio, de la lista de Patricia Bullrich. Conocí a mucha gente con mucho ánimo de participación política, pero sin un liderazgo por ahí claro, que tenga que ver con valores y con una idea de volver a darle sentido a la representación política por un liderazgo nuevo y que, sobre todo, levantara la bandera de los valores. Obviamente, cuando le hablan de la corrupción, la ciudadanía se irrita.
Creo que uno de nuestros principales problemas es el pilar de la integridad como discusión política y democrática, y me enseñó que pudimos. Y pudimos sin las famosas capturas del Estado para poder construir política. Quizás esa diferencia la hace a uno, a todo el movimiento de Potencia, menos competitivo desde el punto de vista de la cantidad de recursos que tienen otros que están en el Estado, que se reparten cargos, que uno ve esa captura fenomenal del Estado para hacer política. Entonces, se puede.
Desde mi punto de vista, sería muy importante para nuestra democracia que, dentro de las alternativas no polarizadas podamos tener una conversación con líderes o personas interesadas en participar de la vida política argentina que no sean los mismos de siempre. Pude constatar, porque yo recorrí más de 70.000 km, que hay un cansancio muy grande de los mismos de siempre, porque la gente sabe que esas personas les prometen un futuro, pero que ya fueron parte de ese pasado que fracasó. Entonces, yo creo que eso todavía está ahí en la sociedad, más allá de que el escenario de polarización extrema tuvo que ver con una derrota en la provincia de Buenos Aires que asustó mucho a un electorado que no quiere volver al pasado del kirchnerismo.
Ese peronismo se envalentonó después del resultado en el Congreso, desestabilizando al Gobierno que, junto con sus propios errores de temas de corrupción y económicos, llegaba a una elección nacional con muchos problemas, hasta que aparece la mano de Donald Trump diciendo “el lunes va a ser negro si ustedes no votan este gobierno”. Con lo cual, ese votante es bastante afín a no volver hacia atrás. Y eso fue, para mí, lo que marcó el resultado de polarización extrema en el votante, que fue a votar y dijo: “Esto no es el fortalecimiento del anti, es por el lado de Milei”.
Un tema de su especialidad es la corrupción. Le asignaba a la corrupción casi ser la base fundamental de nuestra decadencia. Me gustaría su balance de lo que está sucediendo hoy.
Creo que el pilar de la incluso estabilidad macroeconómica va a terminar siendo el de la integridad de los jueces, el del valor de la ley como vara igualatoria hacia todos, en una Argentina que tiene un pasado muy complicado en materia de enredarse por temas de corrupción que socavan en definitiva qué cimientos. Porque el que tiene la valija, el que tiene el juez amigo, el que está en el poder para ir a corromper a ese último eslabón, que en definitiva es el custodio de la ley, se queda con todo.
Argentina está organizada con el poder real de las grandes corporaciones políticas, empresariales y sindicales, que están muy enredados en esos esquemas que nos cuesta mucho desenredar si el poder político no decide dar esa pelea. Y el poder político desde el máximo nivel. Porque hacer un estado de situación en el que nos encontramos con el mapa de riesgo de dónde están los problemas, que son claros: obras públicas, contrataciones, licitaciones, negocios con el Estado, donde las compras, como puede ser en el caso ANDIS, no tienen mayores controles y la política miró dónde está la caja para ir a copar esto y hacer caja.
Me parece que eso es lo que empieza a degradar la confianza del ciudadano en decir: “Son todos lo mismo, todos llegan para robar”. Y esos esquemas están muy intactos, porque al contrario de lo que pensamos, que este Gobierno prometió venir a limpiar nuestra democracia en el sentido de que estamos en bancarrota moral, no lo ha hecho, y empiezan a aparecer casos que son públicos, que son parte del problema.
En ANDIS ponen a un funcionario absolutamente incapaz para hacer lo que había que hacer, con un montón de subsidios irregulares y demás, a lo que nos acostumbró el kirchnerismo. Pero ese señor, en lugar de estar haciendo lo que tenía que estar haciendo mientras dábamos la discusión por la cuestión de la discapacidad, ese señor estaba robando o descuidando un organismo donde los entramados de la corrupción están a la vista de todos. Eso está muy arraigado, pero está mal. Es un enredo muy grande el de la corrupción, que es el poder real.
Claudio “Chiqui” Tapia es señalado por corrupción en el fútbol por el 65,8% de los argentinos
Dos casos que cambiaron las historias de dos países: el Lava Jato en el caso de Brasil y Mani Pulite en el caso de Italia. En ambos casos, lo que hubo fue un antes y un después en el sistema empresario argentino. ¿Usted encuentra en Cuadernos alguna expectativa de que pase algo parecido?
Costó mucho Cuadernos, porque ahí está el poder real, con los grandes estudios y demás involucrados en un juicio que nadie quería que suceda ni que siga sucediendo. Por eso es tan lento y por eso no es presencial, porque es el mayor juicio por corrupción que muestra los dos lados del mostrador argentino. Para eso necesitamos una justicia muy empoderada, que ya se está viendo que, si se hacen dos audiencias por semana y por Zoom, y pasa lo que pasa en los Zoom, no está empoderada. Entonces necesitamos no solamente jueces probos, sino también jueces valientes para avanzar contra ese establishment corrupto. Empresas confesas de corrupción en la causa Cuadernos volvieron a ganar licitaciones, entonces no sé qué le aprendimos.
Sin duda, el Lava Jato marcó un redireccionamiento de la región en ese momento por todo lo que sucedió con tantos presidentes en tantos países. Y el Mani Pulite también fue otro caso que marcó el cambio de rumbo político. Yo no lo veo todavía en la Argentina, donde deberíamos, desde el máximo nivel, corregir los procesos de prórrogas de licitaciones. Para eso hay que tener personas muy idóneas y profesionales haciendo eso en los organismos, donde quizás la falta de recursos o esta decisión de achicamiento del Estado hace que los equipos tengan que tener una idoneidad y una aptitud muy importante para hacer estas cosas.
Yo siento que es a medias. Obviamente se están sucediendo condenas importantes en la Argentina, con una expresidenta condenada, un ministro de Obra Pública, un exvicepresidente. O sea, han sucedido condenas, pero la sensación que tenemos, no solamente por el paso del tiempo, es que o llegan tarde o no nos terminan de corregir. La corrupción en la Argentina es endémica. Primero porque, fíjese, la sociedad, a pesar de los reclamos, sigue votando personas políticas con ruidos de corrupción. Y además es sistémica y estructural. Así que yo creo que acá hay problemas, e insisto en que la lección la aprendimos a medias si los mismos contratistas vuelven a hacer negocios con el Estado.
Me tocó entrevistar a los dos, tanto a Sergio Moro como al fiscal Antonio Di Pietro, que fue el verdadero autor. Recuerdo cuando Moro estaba en el pináculo de la respetabilidad, que no es la situación posterior que tuvo, pero en ese momento de máximo prestigio, Di Pietro le dijo: “Vos vas a ir preso. Todos los que hacemos esto terminamos mal". No fue preso, pero su prestigio se convirtió en nada. Y existe tanto en Italia como en Brasil la idea de que los casos destruyeron valor porque destruyeron empresas importantes que eran líderes en obra pública. ¿Puede ser que esas experiencias de cómo terminaron quienes llevaron adelante esas causas también amedrente a la Justicia?
No sé si amedrenta. Yo veo al doctor (Diego) Luciani y también veo al periodista Diego Cabot, que están con esa sensación amarga de decir: "¿Vale la pena esto?". Lo que pasa es que los que luchamos por esto no estamos viendo quizás eso que está sucediendo porque morimos en la lucha. En estos países cuesta mucho porque el régimen de premios y castigos, e incluso los poderosos que tienen todo ese dinero, les hacen juicios, esperan el tiempo y, en definitiva, terminan castigados los héroes que trataron de regenerar un poco. Son distintos los casos porque en Lava Jato fue muy importante esa famosa ley que no quieren los corruptos, que es la ley de los arrepentidos, que no la tenía Italia, más allá de que toda la cadena de arrepentidos que hubo después de las detenciones.
Además, hay 25 años de diferencia y de experiencia jurídica entre un caso y el otro, ¿no?
Claro. Y esa fue una gran diferencia que también fue muy importante en la causa Cuadernos. Más allá del factor sorpresa de la investigación de los cuadernos famosos, después aparecieron los arrepentidos y los colaboradores. Esa ley fue muy importante en ese esquema, pero yo creo que para mejorar hasta nuestra convivencia es muy importante que haya algunos dispuestos a dar esta pelea, aunque en la lucha terminen pereciendo. Me acuerdo de una cruzada muy importante en la Unidad de Información Financiera (UIF) por un retiro de efectivo de muchísimos millones de dólares del gobernador de Santiago del Estero, que en ese momento lo necesitaban para acordar votos en el Congreso para el presupuesto de la Nación. Por instancia de la Unidad de Información Financiera se le congeló un envío en efectivo más. Creo que eran como 70 millones de dólares en camiones de caudales. Él los quería fuera del sistema y pagaba un montón de costos por eso, cuando la transferencia era cero costo, por ejemplo.
Por nuestra iniciativa se dispone una cautelar que duró 48 horas. En el medio obviamente sucedieron muchas cosas respecto de quienes gestionábamos la Unidad, pero lo interesante fue que cuando dejamos la función, porque faltaban pocos meses para que asumiera el nuevo gobierno, nos denunciaron por abuso de autoridad y no sé cuántas cosas el gobernador de la provincia de Santiago del Estero. Y después enfrentamos entramados mafiosos. Uno en particular eran fondos de la viuda de Pablo Escobar invertidos en la Argentina, también nos costaron juicios penales en contra. Hay que estar preparado para esto. Como soy penalista tengo como un ejercicio, pero hay otros funcionarios que dicen: "Este costo no lo voy a pagar. Después abogados, después la angustia, después la familia". Entonces son altos los costos en este tipo de países para enfrentar a los corruptos.
La corrupción se consolida como el principal problema para los argentinos
No me habló nada del tema de Sur Finanzas y lo que tiene que ver con Chiqui Tapia, que usted ha hablado mucho sobre el tema. Háganos una síntesis didáctica.
La síntesis es la dupla Chiqui Tapia–Pablo Toviggino, que tiene el poder real del manejo del dinero. Con el estadio Madres de Santiago del Estero uno empezaba a ver como cosas raras, como que la selección iba a jugar ahí, de pronto con un estadio fenomenal. Y ahí empecé a seguir la actividad de varios. Toviggino y Tapia son el CEAMSE y todo el poder del peronismo de (Axel) Kicillof que lo apoya para eso. Pero en el momento del gobierno de Mauricio Macri, se acuerda el cargo para Tapia. Y detrás de la figura de Toviggino, sin duda, está el gobernador de la provincia de Santiago del Estero y Sergio Massa, que lo tenía como contratado en el Congreso. Al mismo tiempo, su vecino (Daniel) Angelici, porque es quien elige esa quinta en Pilar.
Todo el entramado que le estoy describiendo tiene fondos del conurbano, provenientes probablemente del juego ilegal y de todas las cajas de la política que necesitan blanquear cada vez más de lo negro en la Argentina. Santiago del Estero ha sido señalada por el periodista Douglas Farah como el portaaviones del narcotráfico en la Argentina. No hay que descuidar cómo va avanzando el poder del dinero narco, y mezclamos la política y la distinta protección. Fíjese que trasladan el domicilio de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA) a la provincia de Buenos Aires. Me pregunto por qué.
Y nadie está hablando de que Chiqui Tapia, por ser presidente del CEAMSE, es funcionario público, con lo cual el enriquecimiento ilícito está a la vista de casi todos. El sistema demora en reaccionar y tenemos fraccionada la investigación entre un montón de jueces que se denuncian entre sí. Diría que la quieren para sí para ofrecer protección. Se ha instalado una mafiocracia en la Argentina que es muy difícil de desandar porque son luchas de poderes. En Carnaval, que es un streaming que asocian a Toviggino, salieron los audios del caso Andis. Entonces ahora es una devolución del gobierno post allanamiento en el caso Andis. Ahora nos vamos para Sur Finanzas y la AFA, que es un lugar que probablemente el gobierno tenga como target.
¿Por qué no apareció hace un año, hace dos?
Esto no se inicia con esto porque Sur Finanzas, que ya tenía denuncias del Banco Central, de la UIF, ahora de la AFIP y de la IGJ, que hace muchos años no miraba los balances. Esto se inicia como consecuencia del allanamiento que dispone el doctor (Sebastián) Casanello en Andis. Y en el medio, Tapia, que se ve que estaba un poquito envalentonado con su poder, declara que es campeón Rosario Central. Entonces fue un enredo de situaciones, me parece, por las que hay alguien que está tomando esta situación para agrandarla en las vísperas de un mundial, que para la Argentina nos toca un nervio muy popular y nacional.
Usted cuenta experiencias un poco frustrantes en el gobierno de Macri. Al mismo tiempo, el PRO decidió una alianza con La Libertad Avanza y ustedes con López Murphy fueron por otro lado. ¿Qué le quedó de la experiencia del PRO? ¿Qué piensa de este alineamiento del PRO con La Libertad Avanza?
Desde el punto de vista político lamento la fusión de ese PRO con La Libertad Avanza, porque para mí había cuestiones que podía representar el PRO. Mi experiencia por el gobierno fue virtuosa en el sentido de que en la UIF hicimos una unidad profesional donde no había interferencias de la política, donde pudimos gestionar con mucha libertad haciendo cumplir la ley de una vez por todas, sin permitir el direccionamiento político de ese organismo. Entonces, desde el punto de vista político, yo lamento esa fusión.
Me parece que La Libertad Avanza se va a quedar con todos los dirigentes que de a uno van saltando, pero para mí había algo que representar, que es lo que desde mi punto de vista tratamos de salir a representar con el doctor Ricardo López Murphy, que tiene que ver con valores, con institucionalidad y con un intento de reconstrucción de un sistema democrático a través del diálogo, a través de promover la unión de los argentinos, pero sobre todo mucho valor de integridad y de ética institucional.
TV/ff