El Gobierno endureció el cepo para responder a un dilema: elegir entre recomponer las reservas, como pide el FMI, o sostener las importaciones para mantener la actividad, como le pide Cristina Kirchner.
Con las restricciones a las importaciones dispuestas ayer, el Gobierno espera ahorrar cerca de 1.000 millones de dólares por mes hasta octubre. Solo si lo consigue podría aliviar las estrictas normas para acceder a las divisas para importar.