“Nos planteamos una disyuntiva de una palabra de época. Cada época tiene una palabra que caracteriza el estado de ánimo general, y lo que se ve frecuentemente es a los líderes, de ambos sectores, diciendo que hay que ponerse de acuerdo en un programa. Una repetición continua de que hay que tener primero un mapa y después un capitán”, iniciaba Jorge Fontevecchia la apertura de Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (101.9) del viernes 5 de mayo.
Las metáforas náuticas son continuamente recurrentes en el liderazgo. Platón decía que "es necesario piloto cuando hay tormenta”, y es ahí donde se ve la necesidad del piloto. Esta es una visión en la cual el líder es el plan. Aquí el cómo es tan importante como el qué.
En cuanto a esto, la Argentina tiene una tradición muy grande, como con Carlos Menem y Néstor Kirchner y el propio liderazgo en el aspecto político, democrático y social que tuvo Raúl Alfonsín. Es el hombre, la mujer, el ser humano, el individuo quien lleva adelante esto, en la búsqueda.
El plan aparece, no es un plan a priori, es algo que se va construyendo en función de cómo vienen los vientos, y el arte del conductor, es armonizar el rumbo con los vientos propicios o no para llegar, pero el piloto es tan importante como el plan de ruta.
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¿Cuánto ha sido el programa lo que signó el rumbo de la Argentina?
Martín Redrado, expresidente del Banco Central, sostenía hace meses que ”Argentina necesita un programa de crecimiento que le dé previsibilidad a todos”. Acá se confirma que el mantra de la época es programa.
Por su parte, Carlos Melconian también habla de programa: “Se necesita un programa que genere horizontes, sea integral e integre varios frentes”. Cristina Fernández de Kirchner, manifestó la misma necesidad de “un programa de gobierno y ver cómo vamos a manejar nuestros recursos”.
De esta manera se expresaban los diferentes representantes de ambos lados de la grieta. Por otro lado, los representantes del mundo de capital y trabajo.
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Daniel Funes de Rioja, presidente de la UIA, sostuvo que “hay que combatir la desilusión y el desencanto con un proyecto de país”. El exdiputado Julio Piumato, se sumaba a esta declaración diciendo que “lo fundamental es el programa”.
Se repite como mantra la idea de que necesitamos un programa, un proyecto o modelo de país, una estructura que marque el rumbo y no quien lo lleve adelante. “El candidato es el programa”, es una frase que parecen repetir desde Juntos por el Cambio como también desde el Frente de Todos. ¿La historia argentina demuestra que esto es así? No.
“Hubo dos casos de éxito en el país, y ambos demostraron que no tenían un programa a priori. Fueron Carlos Menem y Néstor Kirchner”, sostuvo Fontevecchia.
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En función de las circunstancias planteadas en cada momento, “el líder encuentra el programa posible en el devenir” decía Hegel en “La flecha de la historia”. El programa se produce en el hacer, no hay uno a priori.
En líneas generales, la vida es muy compleja. El conductor es un artista, no un científico. Esa es la diferencia entre la política y cierta concepción de la economía simplemente como matemática. La convertibilidad en los noventa, fue el programa económico más largo y exitoso.
Menem planteó algo en las elecciones, luego al ser presidente, y como Menem planteaba los errores que tuvo que cometer o el camino que debió seguir, camino que hizo un líder. En síntesis, para encontrar el programa, es necesario un piloto.
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Menem, durante su campaña electoral, hablaba de la revolución productiva para que haya pan en cada mesa y que los argentinos dejaran de ser víctimas de la especulación. El político ganó las elecciones y asumió, con una realidad que era no saber qué hacer en un principio.
A la semana de haber sido electo, colocó a Miguel Ángel Roig como ministro de Economía, quién habló de un trabajo en conjunto con José Bordón y una conducción por parte de Menem.
El plan del que hablaba a la semana de haber sido electo, seis meses después había muerto. Y apeló a un contador sin sensibilidad política, el ministro de Finanzas, Erman Gonzalez, quien sostenía que las nuevas medidas económicas estaban completas y habladas con los sectores, y que había consenso. Agregaba que el dólar iba a ser liberado para que el precio sea aquel que el mercado indicara.
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En la búsqueda de su programa, después de un tiempo, lo encuentra con Domingo Cavallo, quien lleva adelante el plan de convertibilidad. Luego de ese programa, se convierte incluso en candidato a presidente. Luego de haber probado el plan económico, se presentaba como candidato a presidente y decía tener un plan.
Finalmente, el programa y el presidente se terminan fusionando, es decir, que la persona que la ejecuta se fusiona, y no es lo mismo el mismo plan ejecutado por una persona que por otra.
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Hay una impronta del ejecutor que tiene que ver con el devenir y el arte de interpretar el tiempo, cuando hablan de ponerse de acuerdo en un programa es porque no pueden hacerlo en una persona. Que será quien nos gobierne el 10 de diciembre, que tendrá un rumbo más o menos orientado.
Kirchner fue encontrando el programa, y uno podría decir que finalmente la persona fue el kirchnerismo. “El modelo de país dependerá dependerá de a quien elijamos para el 10 de diciembre construya el barco y luego timonee ese programa que será la Argentina”, finalizó Jorge Fontevecchia el inicio del programa..
MVB JL