OPINIóN
Repatriación a Haití

Esta política peligrosa de Estados Unidos

26-10-2020-Logo Perfil
. | CEDOC PERFIL

El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos anunció que repatriaría a los migrantes haitianos que se reunieron hace unas semanas en la frontera entre Estados Unidos y México en la ciudad de Del Río, Texas.

Más de 14 mil migrantes y solicitantes de asilo, la mayoría de ellos haitianos, se encontraban en campamentos improvisados bajo el puente internacional, con acceso limitado a alimentos, agua y refugio. Estados Unidos está acelerando los vuelos de deportación a Haití mientras el país se encuentra en medio de una crisis política y social, ya que la creciente inseguridad y el conflicto armado obligan a miles de personas a huir de sus hogares en la capital, Puerto Príncipe.

Los migrantes en Del Río están siendo expulsados a Haití bajo la autoridad del Título 42, una política dañina que explota la pandemia como una forma de cerrar efectivamente el asilo.

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El Título 42 es una medida ilegal y discriminatoria que pone en riesgo la vida de las personas y las devuelve a la violencia y el peligro en sus países de origen. Desde que se emitió la orden pública en marzo de 2020, Estados Unidos ha llevado a cabo más de un millón de expulsiones.

Médicos Sin Fronteras (MSF) y múltiples organizaciones de inmigración y derechos humanos han pedido en repetidas ocasiones el fin inmediato de esta peligrosa y dañina política estadounidense.

El gobierno de Estados Unidos debería ampliar las vías de protección en y cancelar los vuelos de expulsión a Haití por motivos humanitarios.

La inseguridad que vemos hoy en la capital de Haití es la peor que hemos visto en décadas. Los grupos armados se han apoderado de forma efectiva de amplias zonas de la ciudad y sus ataques han obligado a miles de personas a huir de sus hogares.

Más de la mitad de los pacientes que llegan al hospital de MSF en el barrio de Tabarre, en Puerto Príncipe, han sufrido heridas de bala potencialmente mortales, a menudo por armas de fuego de alta potencia cuyo uso ha proliferado por toda la ciudad. Este año, los enfrentamientos armados en dos barrios, Martissant y Cité Soleil, nos obligaron a trasladar nuestros programas médicos de larga data a otras zonas de Puerto Príncipe. Muchas de las personas que han huido de la violencia viven en campamentos de desplazados dentro de la ciudad, en condiciones espantosas.

Es inconcebible devolver a los migrantes –contra su voluntad– a una situación de incertidumbre y violencia que los pondría en peligro de muerte. Además de esto, la región sur de Haití fue golpeada por un terremoto hace menos de siete semanas, que produjo daños y generó el colapso de un sistema de salud que ya se encontraba sobrecargado. Cuando las personas lo único que buscan en los Estados Unidos es vivir seguras, subirlas en aviones y obligarlas a entrar en este contexto es más que inhumano.

*Directora ejecutiva de Médicos Sin Fronteras Estados Unidos.