La campaña de vacunación nacional contra la gripe comenzó y es importante vacunarse para estar protegidos antes de la llegada del invierno, cuando hay más circulación del virus de influenza. Durante 2020, por las restricciones de la pandemia (incluyendo la restricción aérea), la circulación en Hemisferio Norte y Sur, aún en Argentina fue mínima, lo que no ocurrió estos últimos meses en los EE.UU. donde la circulación de virus de influenza fue menor, pero produjo infecciones en la comunidad.
En el contexto de pandemia se debe priorizar inicialmente la vacunación contra covid-19 en los grupos establecidos por las autoridades de salud. También es importante recibir la vacuna antigripal para reducir la posibilidad de contraer la gripe, evitar complicaciones que podrían requerir hospitalización y generar una sobrecarga en la atención médica y en el sistema de salud que podrían verse sobrepasados al tener que tratar pacientes con gripe como con covid-19. La vacunación antigripal evitará el efecto confundidor de dos infecciones con misma sintomatología al momento del diagnóstico y, además, padecer infecciones simultáneas por covid19 y gripe.
Todas las personas, a partir de los 6 meses de edad podemos vacunarnos contra la gripe, aunque es muy importante en personas de grupos de riesgo y que podrían tener complicaciones graves: niños de 6 a 24 meses, embarazadas, mayores de 65 años, personal de salud y quienes presenten enfermedades cardíacas, obesidad, diabetes, enfermedades respiratorias, inmunodeficiencias congénitas o adquiridas, etc.
Como la campaña de vacunación antigripal se lleva a cabo en simultáneo con la campaña de vacunación contra covid-19, la recomendación es respetar un intervalo mínimo de 14 días entre la aplicación de cualquiera de las vacunas contra el coronavirus y otras vacunas, como por ejemplo la antigripal. La vacunación antigripal se puede aplicar antes, después o entre las dosis de la vacuna contra el covid-19, siempre respetando el intervalo mínimo de 14 días entre las dos vacunas.
Hay dos tipos de vacunas antigripales disponibles: las trivalentes que protegen contra dos tipos de virus de influenza A(H1N1) y A(H3N2) y un virus de influenza B, y las tetravalentes que protegen contra un virus B adicional y ofrecen una protección más amplia. Es importante vacunarse contra la gripe anualmente ya que el virus de la gripe es variable y cambia, motivo por el cual, la composición de la vacuna también varía de un año a otro para incluir las cepas más virulentas en reciente circulación.
Además de la vacunación, se debe continuar con el uso del barbijo, ventilar ambientes, respetar dos metros de distancia entre personas y lavarse frecuente las manos.
Por otro lado, del 24 al 30/4 se celebra la Semana Mundial de la Inmunización y es una buena oportunidad para destacar el rol de las vacunas y el gran impacto que tienen en la salud púbica. La vacunación y el agua potable son las dos herramientas más importantes para la prevención de enfermedades infecciosas. La vacunación es un acto colectivo y solidario: cuando una persona se vacuna no solamente se protege a sí misma sino que protege a quienes la rodean.
Durante la pandemia muchas personas dejaron de vacunarse por el aislamiento, las restricciones de circulación por las cuarentenas, por miedo a salir de sus casas y contagiarse, etc. Un estudio realizado por la Organización Panamericana de Salud demostró que las cuarentenas en 23 países de América Latina y Caribe, produjo un efecto indeseable de caída en la utilización y el acceso a servicios de salud incluyendo una caída en las tasas de coberturas de vacunación infantil, con los riesgos que esto implica para la salud de los niños y sus familias.
Es importante revisar los calendarios de vacunación y asegurarse tener las vacunas al día para estar protegidos. Hay vacunas para todas las etapas de la vida y son una de las herramientas sanitarias más importantes en proveer salud a la población.
*Médico infectólogo, vicepresidente de la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica.
Producción: Silvina Márquez.