Un empresario fue condenado por abusar sexualmente de una nena en un hotel hace seis años, pero le dieron domiciliaria por su edad. "Cuando se trata de un imputado con privilegios, se tiene un trato especial", se quejó la fiscal del caso que apelará la decisión del tribunal santafesino.
Alberto Dolinsky tiene 71 años y es un comerciante del rubro de la madera. Tiene una empresa de placas llamada Dolinsky S.A y le dicen “Ruso”. Pero desde 2017 ya no se hablaba de él solo por ser un “reconocido” empresario santafesino sino porque lo acusaban de haber abusado de una nena que por entonces tenía 11 años. Ese año le dictaron la prisión preventiva y el beneficio de cumplirlo en su casa, aunque el hecho ocurrió en 2014.
Tres años después de que le dictaron la prisión preventiva, la situación cambió poco, en la práctica, aunque ayer lo sentenciaron a 15 años de prisión por abuso sexual y promoción a la corrupción de menores.
Es que Dolinsky deberá cumplir la pena en su casa. Porque el Tribunal (integrado por los jueces Sergio Carraro, Rosana Carrara y Rodolfo Mingarini) entendió que debían otorgarle la prisión domiciliaria por su edad.
Los fiscales a cargo de la causa adelantaron que esperarán a conocer los fundamentos, pero que apelarán la decisión porque consideran que debe cumplir la condena en una cárcel común.
¿Cárcel? En ese mismo hotel en donde va a purgar su pena, es donde ocurrió el horror para esa nena. La menor conocía al acusado. Era el amigo de su papá. Por eso los investigadores determinaron que se aprovechó de esta situación. Pero no fue el único.
Según relató la nena en cámara Gesell, dos años después de los hechos, la obligaron a ver como el empresario y la pareja de su papá tenían relaciones sexuales en el solárium del hotel. Luego, ya en la habitación, le dieron de tomar whisky y el hombre abusó de ella.
La entonces pareja de su papá fue cómplice de esta situación. Ella había viajado junto a la nena y el papá de la pequeña de Brasil a Santa Fe porque el hombre iba a hacer unos negocios con Dolinsky en 2014. Allí sucedió todo.
Cuando la nena pudo contarlo, tras la separación de esta mujer con su papá, hicieron la denuncia. Así fue como en 2018 Lindaci Da Silva Miranda (30) fue apresada por interpol en Porto Galinhas.
“Fue un proceso muy tedioso y largo”, señaló el fiscal Matías Broggi a cargo de la investigación junto a su par Alejandra Del Río Ayala, ambos de la Unidad Fiscal Especial de Violencia de Género, Familiar y Sexual (Gefas). “Estuvimos esperando casi un año para que se pudiera hacer la audiencia preliminar por los distintos recursos que presentó la defensa”, explicó el fiscal.
Broggi detalló, al finalizar la audiencia, que “desde la Fiscalía pedimos que el condenado cumpla la pena en un establecimiento carcelario”.
“Entendemos que la contraparte no acreditó los extremos mínimos necesarios para que se disponga la modalidad domiciliaria de ejecución de la pena. Aguardaremos los fundamentos de los jueces para analizar los motivos por los que resolvieron esta modalidad, y luego apelaremos”, destacó.
Aunque para un niño es difícil comprender cómo opera un pedófilo, podemos hablar con ellos, con un lenguaje acorde a su edad, y explicarles cuáles son esas formas de manipulación.
— Habla Fundación (@HablaFundacion) November 6, 2020
Hablemos con nuestros hijos #PorUnaInfanciaLibreDeAbuso. pic.twitter.com/Ivm9ZR6wIH
Por su parte, la fiscal Alejandra Del Río Ayala en diálogo con Aire de Santa Fe dijo: "No entiendo la sentencia porque la fiscalía y la querella pedimos que cumpla la pena en el Servicio Penitenciario".
Además Del Río Ayala reconoció que la Justicia no siempre resuelve de la misma manera, de acuerdo a quién sea el imputado: "Pongo las manos en el fuego por este tribunal, pero la verdad es que a veces, o siempre, cuando se trata de imputados con cierto prestigio o nombre, se tiene un trato preferencial".
"Lamentablemente cuando los imputados tienen determinadas clases sociales o apellidos, las investigaciones se vuelven más difíciles", sentenció.
NG/MC