El director del Centro Médico Fitz Roy, Mario Schusterhoof, contó este sábado en declaraciones a la prensa cómo evoluciona la salud de Rocío Villarreal, la oficial de Policía que fue gravemente herida durante el golpe comando a la comisaría de San Justo. El profesional indicó que el estado de salud de la paciente “en general es muy bueno”, y se emocionó al relatar qué le dijo ella sobre cómo se encuentra.
"Estuve una hora con ella y me dijo una frase que es para destacar: 'Doctor, no se preocupe, lo importante es que estoy'. Eso nos llena de orgullo y satisfacción y nos da esperanza hacia el futuro, porque es un apoyo a nosotros y a ella", explicó el profesional.
"El estado de salud en general de Rocío es muy bueno, excelente. El postoperatorio también. Siente algo de dolor, está con analgésicos. Empezó con una dieta por boca, los parámetros están normales. Por supuesto, sigue el tema de la médula", detalló Schusterhoof. En ese marco, acotó: “Todo lo que no sea médula, que quedó dañada, evoluciona muy bien".
Villarreal, de 25 años y madre de una niña de 3, fue operada el jueves para “limpiar” la zona afectada y revisar si tiene algún compromiso en la médula, dado que sus piernas siguen sin responder a los estímulos.
El médico indicó que le manifestó a la mujer tendrá que hacer un tratamiento muy largo y con mucho esfuerzo. “Estoy asombrado de cómo recibió todo esto, lo bien que se encuentra, lo colaboradora. Me agarró la mano, nos agradeció a todos por cómo actuamos", completó.
El tiroteo en la comisaría de San Justo. La oficial fue baleada el pasado 30 de abril, cuando al menos cuatro personas armadas y vestidas con gorras y camperas negras de la fuerza de seguridad llegaron a la seccional de San Justo a bordo de un auto gris.
Las cámaras de seguridad registraron cómo uno de los delincuentes se paró en la puerta como "campana", otro se quedó detrás de una puerta de blindex y los dos restantes fueron a la sala de guardia y dispararon contra los efectivos que en ese momento hacían tareas administrativas. La única herida fue Villarreal, quien fue trasladada de urgencia al hospital.
Investigación. La principal hipótesis de los investigadores apuntan a Ludmila Bustamante, la principal acusada del hecho, quien para ellos planificó el ataque para liberar a su pareja, el narcotraficante Leandro Aranda. Al parecer, los dos habrían organizado el golpe por chat de WhatsApp, dado que el hombre tenía un celular escondido en la celda. Estaba preso desde el 25 de agosto de 2017 acusado de matar de cinco disparos en la cabeza a Nicolás Ojeda, otro delincuente que se quedó con 70 kilos de cocaína que eran de él.
