POLICIA
Rodrigo Eguillor, acusado por abuso

El hijo de la fiscal fue escrachado y está más complicado

Un informe revela que la víctima presenta lesiones compatibles con un ataque sexual. Pasajeros de la línea Mitre lo bajaron del tren.

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Problemas. Con su mamá, la fiscal de ejecución penal Paula Martínez Castro. | cedoc

Rodrigo Eguillor (24), el hijo de la fiscal de ejecución de Lomas de Zamora que está acusado de abusar de una chica de 22 años en un departamento del barrio porteño de San Telmo, está más complicado en la causa, aunque él haga un esfuerzo enorme por mostrarse más relajado que antes de convertirse en un personaje mediático. Es que su situación se agravó en las últimas horas con los resultados de un estudio médico realizado a la víctima, que revela que la joven presenta heridas compatibles con un ataque sexual.

El ex relacionista público está libre, pero este estado podría cambiar entre el lunes o el martes próximo, cuando el juez de instrucción Carlos Bruniard, a cargo de la causa, resuelva su situación procesal.

Eguillor está imputado por un delito gravísimo: “abuso sexual y privación ilegal de la libertad”. La denuncia fue radicada por la víctima en la fiscalía Criminal y Correccional Nº 22 de la Ciudad de Buenos Aires.

El supuesto ataque sexual ocurrió el 15 de noviembre pasado en un departamento de la avenida Independencia y la calle Piedras, pero el joven no fue detenido por esta causa sino por los delitos de “coacción y resistencia a la autoridad”, a pedido de la Justicia de Esteban Echeverría.

Este miércoles, Eguillor ingresó esposado a la Alcaidía Penitenciaria III, ubicada en las afueras de la ciudad de La Plata. “Al principio estaba muy nervioso, pero finalmente logró tranquilizarse”, confió a PERFIL una fuente que estuvo presente en la oficina donde el joven fue fichado por primera vez.

El hijo de la fiscal Paula Martínez Castro dejó sus pertenencias (el teléfono celular y la billetera) y fue llevado inmediatamente hasta su lugar de encierro: una diminuta celda individual del pabellón 1, donde están alojados solo internos acusados por delitos contra la integridad sexual. Allí cenó un plato de guiso con fideos y pasó su primera noche tras las rejas.

“¿Puedo pedir un Uber?” Voceros consultados revelaron que ningún familiar se acercó hasta la alcaidía para interiorizarse de su situación. Ni siquiera cuando se supo que iba a recuperar su libertad. En realidad, su madre puso a disposición un remís para que lo traslade hasta su domicilio, aunque el joven les preguntó a los guardias si podía pedir un Uber. “No recibió visitas ni llamados”, dijeron.

Horas después de recuperar su libertad Eguillor fue invitado a un programa de televisión del canal América 24, donde se defendió de las acusaciones en su contra. Con la misma ropa con la que ingresó a la cárcel (campera verde, remera blanca y bermuda de jean) se sentó frente a Mauro Viale y respondió preguntas durante cerca de dos horas. “Yo elijo hablar porque la sociedad me condena por algo que no hice”, explicó.

Lo extraño fue que un rato antes, cuando enfrentó a los medios de comunicación que hacían guardia en la puerta de la alcaidía penitenciaria, había dicho otra cosa: “No quiero seguir hablando de mis causas judiciales, ni de los videos, sobre ese tema lo tienen que hablar con mi abogado”.

Fernando Burlando, abogado defensor de la víctima, recogió el guante y anunció que pedirá la detención del ex relacionista público. “Estamos en condiciones de pedir la detención por la gravedad de los delitos que cometió el acusado, acá hubo privación ilegítima de la libertad, lesiones graves y violación, por eso estamos esperando la evaluación psiquiátrica para ver si está en condiciones de ser indagado”, señaló.

Para Burlando, el acusado es un “verdadero animal”, que muestra odio al género femenino y que “fue violento desde el comienzo” con la joven.

El informe médico que sostiene la acusación detectó signos compatibles con un abuso y marcas de golpes recibidos.  

Provocador. Primero fue el absurdo e indignante descargo que ofreció a sus seguidores de Instagram. Después llegó el pedido de “llamen a mi vieja” en el Aeropuerto de Ezeiza, cuando una comitiva de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) lo demoró frente a las cámaras de televisión; el paseo por un shopping porteño; la extensa entrevista con el periodista Mauro Viale y finalmente el viaje en el tren de la Línea Mitre que desató la ira de un grupo de pasajeros.

Si hay algo que el acusado no quiere es pasar desapercibido. Lejos de camuflarse para no ser reconocido, salió a la calle con la misma ropa que vestía el jueves pasado cuando apareció en televisión, y se sentó en la primera fila del tren, en los asientos reservados a las mujeres embarazadas y las personas discapacitadas.

“Acá no te hagas el picante porque te bajo y te rompo todos los dientes, ¿me escuchaste? Te bajo todos los dientes. Sos muy cheto de Canning la concha de tu madre. Yo soy de Congreso, forro. Bajate. ¿Te hacés el malo con las mujeres? Hacete el malo conmigo”, le gritó uno de los pasajeros mientras otros filmaban la escena con sus teléfonos celulares.

Denuncias cruzadas

El hijo de la fiscal de ejecución penal de Lomas de Zamora reconoció que tiene “miles de causas” en su contra, pero también varias denuncias realizadas por distintos motivos. El más llamativo es una presentación que realizó contra una chica por abuso sexual. Lo curioso es que la causa se inició el 13 de noviembre pasado, dos días antes del episodio en San Telmo.

La denuncia fue radicada en el juzgado a cargo de Silvia Ramond, pero pasó instrucción a la fiscalía de la calle Paraguay 1536.

Si bien no trascendieron mayores detalles del caso, se supo que el joven también aseguró que fue víctima de un hostigamiento.

Meses antes del supuesto ataque sexual en el departamento de San Telmo, el joven denunció a su padre cuando este intentó internarlo en un hospital neuropsiquiátrico.

La acusación es por “coacción” y se tramita en el Juzgado de Instrucción Nº 7 porteño.