A los 91 años murió Lord David Montgomery, miembro de la Cámara de los Lores británica. Más allá de su carrera diplomática en Gran Bretaña y una historia familiar notoria, para la Argentina fue un aliado inesperado en la década del '80, ya que se opuso a la campaña británica y a la guerra de las Malvinas públicamente.
Era único hijo del primer vizconde Montgomery del Alamein, famoso comandante de la Segunda Guerra Mundial. Además del inglés, se destacaba su manejo del español y portugués y reconocen en la diplomacia nacional su trabajo para el acercamiento de Argentina y Gran Bretaña tras el conflicto. Fue presidente de la Anglo Argentine Society en Londres, Canning House y el Luzo Brazilian Council. Recibió condecoraciones de Argentina, Brasil, Chile, México, Venezuela, Colombia, España y Bélgica, consignó Clarín.
La Guerra de las Malvinas en 26 fotos
Construyó fuerte relación de amistad con Manfred Rommel, alcalde de Stuttgart, hijo del general alemán que combatió su padre en la segunda guerra mundial, el “zorro del desierto”. Juntos conmemoraron esos eventos 30 años después. “Nosotros tenemos la misma edad, con una diferencia de tres meses. Nuestras vidas tienen muchas cosas en común. Nuestros padres están siempre presentes en nuestra vidas”, contaba siempre Montgomery.
A pesar de reconocer la labor de su padre, héroe de guerra, lo cierto es que lo abandonó cuando su madre murió de una infección durante sus vacaciones. Estuvo en un colegio pupilo, sin una familia. Por esa razón quedó a cargo de los Reynolds, directores del colegio de Amesbury primero y de Winchester después, que el adoró como si fueran sus padres. Estudió en la universidad de Cambridge y fue consejero conservador en el distrito de Kensington y Chelsea. Su esposa Tessa, hija de Sir Frederick “Boy” Browning, compañero de armas de su padre, lo sobrevive, junto a dos hijos de su primer matrimonio.
Festejó su cumpleaños temático inspirado en Malvinas y recibió una sorpresa increíble
Malvinas. En 2013, aseguró que el reclamo argentino por la soberanía de las Islas Malvinas era "una cortina de humo" para distraer a la gente en momentos de "dificultades políticas y económicas" e "inflación rampante" en el país. "Cuando hay una crisis, Malvinas asoma como una cuestión para distraer a la gente. Es una cortina de humo, una distracción", aseveró.
"Ahora, cuando Argentina está en serias dificultades políticas y económicas, inflación rampante, deuda, vuelve el caso Malvinas", sostuvo. Montgomery consideraba, luego de la guerra, que los isleños debían participar de las negociaciones y estimaba que "una posibilidad" de solución era la independencia debido al "descubrimiento de petróleo".
RI CP