POLICIA
selfies, brindis y la quema de un muñeco

Triple crimen: las últimas fotos y el misterio del joven desaparecido

Ezequiel Sanzo vivía con las víctimas, pero no compartió la cena de Año Nuevo. Lo vieron por última vez en una plaza a las 5 de la madrugada.

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Familia. Graciela y Alma. | cedoc

La ciudad de La Plata continúa conmocionada con la masacre ocurrida en una casa de la localidad de Melchor Romero, donde asesinaron a puñaladas a un hombre, a su mujer y a la nieta de esta última, de cinco años, a quien también descuartizaron y metieron en una bolsa. Mientras la Policía Bonaerense busca intensamente a un menor de 17 años, quien vive en el lugar y desapareció minutos después de que se perpetraran los crímenes, se pudieron reconstruir las últimas horas de las víctimas, que pasaron juntas Año Nuevo y documentaron el momento en una foto.

Por lo que PERFIL pudo averiguar, la última noche de 2019 Graciela Holsbak (60) se reunió en su casa de la calle 523 entre 164 y 165 con su concubino Raúl Bravo (53), su hija Andrea, sus nietas Alma Manino (5) y Mayra (15) y una amiga de esta última que reside en la misma zona. Faltaba otro integrante de la familia, que también vive ahí pero decidió pasar las fiestas con una de sus hermanas, en el barrio platense de La Emilia. Se trata de Ezequiel Sanzo, el chico del que nada se sabe y en el que están puestas todas las miradas como posible responsable del hecho.

Tras brindar, las adolescentes se fueron cerca de las 2 para encontrarse con unos amigos en la plaza de Romero y, alrededor de las 3, Andrea anunció que también se iba. Su hija, Alma, pidió quedarse a dormir con los abuelos, ignorando que esa decisión acabaría con su vida.

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De acuerdo a lo trascendido por diferentes versiones de amigos y allegados a Sanzo, él se acercó a las 2 a la tradicional quema de un muñeco de Fin de Año, en las calles 520 y 169 y después lo vieron, ya sobre las 5 de esa madrugada del 1º de enero, en la plaza de 171 y 521. “Se encontraba bien: no estaba borracho ni drogado”, aseguraron aquellos que se lo cruzaron (entre ellos, Mayra y su amiga), aunque nadie puede decir qué hizo entre un lugar y el otro y en la franja horaria de las 2 a las 5. Y esa área temporal es crucial en la investigación ya que, de acuerdo a las autopsias a las que fueron sometidos los cuerpos, los homicidios fueron cometidos cerca de las cuatro de la mañana.

¿Pudo el joven estar en la tradicional quema, ir a su casa, matar por razones desconocidas y de manera salvaje a sus familiares, limpiarse, vestirse y dirigirse a la plaza, para después sí huir con rumbo desconocido? Improbable, aunque no imposible.

Brote psicótico. Si bien el fiscal de la causa, Marcelo Martini, dijo que no catalogan a Sanzo como sospechoso y solo quieren encontrarlo para entrevistarlo, por ser familiar de los fallecidos, ayer ordenó la difusión de su nombre y su rostro, para agilizar la búsqueda, a la vez que solicitó al Ministerio de Seguridad pedir recompensa. Sin embargo, hasta el cierre de esta edición no se sabía nada de él y las preguntas, que también analizan los detectives, llegan por sí solas. ¿Puede ser también él una víctima? Así como el cuerpo de Alma fue descuartizado (tenía desprendimiento total de los miembros inferiores, a la altura de las rodillas), ¿quien haya materializado el hecho no pudo también matar al chico y deshacerse de los restos? Y otro interrogante que se desprende es que pudo haberse asustado y hallarse, todavía, en estado de shock. Lo que sí está claro es que no cuenta con los medios suficientes para mantenerse oculto ni para orquestar una fuga.

“Llama la atención su ausencia, es inexplicable”, aseveró Martini  y dijo que entre las hipótesis que manejan, siempre y cuando el responsable haya sido él, es la de un “brote psicótico”, aunque no existen antecedentes.

Otro punto oscuro en la pesquisa es la personalidad de Sanzo. PERFIL dialogó con varios amigos suyos y todos coincidieron en que “es un chico normal, nunca tuvo problemas con nadie, ni se drogaba, como dijeron. No era violento. Había pasado a quinto año en la Escuela Técnica número 4 de Romero y le quedaban otros dos”. Una vecina, en tanto, señaló: “El no haría algo así, no lo puedo creer”.  Pero en su casa todo era diferente. Mantenía una mala relación con Raúl y las discusiones eran recurrentes: “Ninguno de los hijos (de Graciela) quería al hombre, pero Ezequiel era más problemático en ese aspecto y celaba a su madre. Hubo peleas muy fuertes, aunque nunca llegaron a los golpes”, dijo una mujer que incluso llegó a vivir  un tiempo con ellos.

Si bien la Policía hace mención a que el homicida “tiene buen manejo de armas blancas” y que Sanzo “se dedica a la fabricación de cuchillos”, los allegados y parte de los familiares lo desmintieron.

Otra pista. A la vez que los cuerpos eran velados, ayer se analizaban nuevas hipótesis de los crímenes, basados en la posibilidad de una venganza en la que estuviera involucrado un familiar de Alma, que se encuentra en prisión y habría amenazado a Andrea. Para orientarse hacia ese lado, los investigadores tienen en cuenta que los cuerpos más lastimados fueron justamente los de la menor y su abuela, parientes del hombre detenido, y tampoco pasan por alto un detalle importante: la contextura física delgada de Ezequiel Sanzo contra una más armada de su padrastro. ¿Pudo el chico atacar al hombre y a su madre prácticamente de forma simultánea, sometiendo a los dos? “No descartamos nada”, indicó Martini, y no dudó en aseverar que “nunca había visto nada así, no tiene precedentes: una nena descuartizada y sus abuelos cortados por todos lados”. Tampoco descarta la posibilidad de más de un asesino, aunque las pisadas en la escena del crimen son concluyentes en la idea de un solo autor. En cuanto a las armas blancas implementadas, se supo que se usó un cuchillo “con un filo notable” y un serrucho para los desmembramientos, mientras que las lesiones no fueron “punzocortantes” sino “cortantes, usando el arma como un látigo”. Ayer, además de una serie de allanamientos infructuosos por distintos barrios de La Plata, se buscó a Ezequiel en fronteras, pastizales, con buzos y perros adiestrados, sin éxito.

El duelo de la mama de alma. “Este mundo es demasiado cruel para vos”

“Te voy a amar toda mi vida. Este mundo es demasiado cruel para un ser de luz como vos. Siempre vas a estar en mi corazón”, escribió en una red social Andrea, la madre de Alma, despidiendo a la niña de 5 años brutalmente asesinada junto a su abuela y la pareja de esta. Su hermana, Mayra, puso: “Acá la ven como era siempre y como le encantaba acompañarnos a las marchas a luchar, con esa sonrisa dulce que te levantaba cuando estabas mal. Mi princesita hermosa, nunca te voy a olvidar con tu alegría y tus rulos al aire. Ojalá que brilles en el cielo como lo hacías acá, como me lo hacías a mí y me enseñabas a estar mejor”.

En otra publicación contó que ella la cuidaba todos los días: “Me arrebataron a mi hermana,con la que pasaba todo el día juntas, la iba a buscar al jardín y la cuidaba hasta la noche”.

Alma estaba feliz porque este año había terminado el jardín. Su mamá también compartió ese momento en las redes sociales: “Esta niña hoy egresa”, posteó junto una foto sonriente de su hija.  

Macabro. La aberrante escena fue descubierta por Andrea a las 22 del miércoles, ya que fue a la vivienda de su madre preocupada porque habían quedado en ir a Capital Federal durante la mañana de ese mismo día y no solo no había aparecido, sino que no respondía los mensajes. Le costó ingresar a la propiedad –que no tenía las aperturas forzadas– porque la puerta era trabada por el cuerpo de Raúl, frente a la cocina y tapado con un mantel. Había sufrido 12 cortes en el tórax, cuello y brazos –estos defensivos–, siendo el mortal uno que perforó el corazón. De acuerdo a la mancha de sangre que quedó en el piso, lo arrastraron desde el cuarto donde dormía con su mujer. Allí se hallaba ella, en posición fetal y sobre un lamparón: también le habían aplicado más de 12 puñaladas, quitándole la vida una en el abdomen. “Tenía dedos cercenados, a raíz de las maniobras de defensa”, explicó una fuente. A la niña, metida dentro de una bolsa, la habían degollado, para después desmembrarle las piernas, empleando una sierra. De la escena se incautaron tres cuchillos, aunque no serían los utilizados.