POLITICA

Caso Nisman: una testigo dice que no se cuidaron las pruebas

Natalia Gimena Fernández estuvo en el departamento del fiscal en el momento del allanamiento.La desprolijidad de la policía.

Schlosser lamentó la muerte de Nisman
| Télam

Una testigo clave que estuvo en el operativo en Le Parc la noche en que hallaron muerto al fiscal Alberto Nisman, afirmó que no se cuidaron las pruebas en el edificio del funcionario, ubicado en Puerto Madero.

El testimonio es de Natalia Gimena Fernández, una camarera de 26 años que  trabaja en la zona del edificio del fiscal y a quien las autoridades eligieron como testigo el 19 de enero, informó el diario Clarín.

"Tengo miedo, pero hay muchas cosas que me indignaron", explicó y relató el procedimiento. Ella, junto a una amiga, caminaba el domingo 19 de enero, por Alicia Moreau de Justo cuando las abordó un auto de Prefectura. "Unos tipos nos pidieron los documentos. Nos preguntaron la edad, si estábamos drogadas o habíamos tomado alcohol", contó.

Paso siguiente las llevaron al departamento de Nisman y allí vieron cómo sacaban el cuerpo del fallecido fiscal, junto a unas sábanas y trapos "sucios".

"Cuando estábamos sentadas en la escalera, metieron la camilla y en ella sacaron el cuerpo. Eran como las 3.30. Estaba envuelto en una bolsa negra. Se lo llevaron para la derecha, pero a los 15 minutos lo volvieron a meter y se lo llevaron para la izquierda. ‘No boludo, por acá no. Es por allá’, decían con risas. Y después, cuando lo metieron en el departamento no vi por dónde lo sacaron", dijo la joven.

Llamativamente a Natalia le dejaron usar uno de los baños del departamento. Además en el lugar vio carpetas y papeles que decían palabras como "causa" y "secretos", todas ordenadas. Por otro lado, contó que había un clima extraño: "Tomaban mate y pidieron medialunas. Tocaban todo. Había unas cincuenta personas. La fiscal preguntaba ¿la cortamos acá y la seguimos mañana?".

Por último contó que la fiscal le mostró una bolsa con cinco "casquillos de bala, pititos o algo así", que una agente tocó el teléfono del fiscal y que el portero le ofreció un café de la cafetera de Nisman.