La presidenta Cristina Fernández pidió a los jóvenes "orientar su vocación hacia las carreras con salida laboral" y adelantó que "la meta es tener un ingeniero cada 4.000 habitantes". La particular exhortación de la mandataria se enmarcó en la inauguración de la Universidad Aeroportuaria de Ezeiza, donde se dictarán las carreras de ingeniería en telecomunicaciones, electrónica y mecánica aeronáutica y las licenciaturas en turismo y las tecnicaturas de despachante de aeronaves y de aduana.
Tal como lo había hecho en otro acto, la jefa del Estado volvió a defender el modelo "de desarrollo económico y social" impulsado desde el 2003 y cuestionó las "políticas de ajuste".
"Hay que inculcar estas nuevas vocaciones en los chicos", reclamó la jefa del Estado a los padres y maestros, al tiempo que dirigiéndose a los jóvenes les pidió "orientar su vocación hacia las carreras con salida laboral".
Para reforzar la idea de la importancia que otras naciones otorgan a este tipo de estudias, Fernández de Kirchner resaltó que "China tienen un ingeniero cada 2000 habitantes, mientras que Alemania y Francia uno cada 2.300".
Agregó que "en el 2003, la Argentina tenía un ingeniero cada 8000 habitantes y hoy tenemos uno cada 6.700". "La meta es llegar a tener un ingeniero cada 4000 habitantes", exhortó.
Halagos por doquier. Previo al discurso presidencial, el intendente local, Alejandro Granados, había elogiado profusamente tanto a la mandataria como a su esposo y antecesor, Néstor Kirchner, a quien definió como "mi amigo y el más grande de los presidentes".
"Se me caía la baba cuando veía como (el presidente de Estados Unidos, Barack) Obama elogiaba a Cristina" por su reelección durante el reciente encuentro en la Cumbre del G 20 en Cannes, dijo Granados.
Poco después, en el marco de elogiar a Dulce Granados, esposa del jefe comunal y la principal impulsora de la Universidad de Ezeiza, la propuso directamente como candidata a "ser la nueva intendenta, pero Alejandro no la deja, pero debe ser ella, sí o sí", remarcó.