Pero hoy, la instancia superior anuló la decisión de Bonadío y Jaime no irá a prisión por esa causa. La Cámara Federal resolvió que "corresponde hacer lugar a la exención de prisión solicitada, bajo caución juratoria en virtud de la carencia de circunstancias que persuadan acerca de la necesidad de aplicar alguna más gravosa, vistas las constancias de su legajo personal, y sin perjuicio de las demás restricciones legales".
Según los camaristas Eduardo Freiler y Eduardo Ballestero, Jaime "siempre se encontró a derecho –tanto en la presente como en el resto de las causas que afronta-" y "nunca entorpeció el desarrollo de la investigación desplegada ante estos estrados".
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La Cámara agregó que "Jaime, hasta el momento del temperamento adoptado por el a quo, cumplía con las medidas fijadas en los términos del art. 310 del ordenamiento ritual" (...) "De ahí que tal estudio hubiese ahorrado todos los recursos empeñados en aras de perseguir la arbitraria aprehensión del imputado".
Duros contra Bonadío. En su resolución, de seis páginas, la Cámara criticó en duros términos a Bonadío por rechazar la apelación de los abogados de Jaime a su orden de captura. "Se prefirió la aplicación de una inapropiada, cuando no arcaica".
Y hubo más: "Por un lado se alude a sus supuestos vínculos con funcionarios del Estado. Sin embargo, esa información lejos está de imponerse en un extremo novedoso cuando el imputado ostentó, durante un prolongado tiempo, un cargo de jerarquía en el gobierno nacional en cuyo espacio se enmarca, justamente, la misma imputación que se le dirige en este sumario".
Los camaristas siguieron cuestionando la orden de detención de Bonadío contra Jaime. "Nuevamente, si la indicación no va acompañada de un dato específico y concreto que autorice a presumir que existen fuertes probabilidades de que la persona vaya a realizar algún obrar que ponga en riesgo el futuro auspicioso de la causa o que impliquen su elusión de los influjos del poder coercitivo del Estado, la razón no es tal, sino un simple acto de arbitrariedad".
En referencia a la tragedia de Once, en la que Bonadío procesó a Jaime y lo envió a juicio oral -pero sin prisión preventiva- la Cámara Federal señaló duramente contra Bonadío: "Cuando, además, el mismo magistrado hace tan sólo escasos meses dictó idéntico auto de mérito respecto de Jaime, por sucesos que en su esencia son en extremo mucho más graves que los investigados en esta causa, aunque sin estimar necesaria la imposición de su prisión preventiva".
Finalmente, los camaristas Eduardo Freiler y Jorge Ballestero indicaron: "Ausentes o inescrutables, la falta de motivos valederos para cercenar la libertad de una persona torna en injustificadas, gratuitas y, por tanto, en arbitrarias la decisión que así la dispone como a la medida llamada a ejecutarla".
