Como todo fiscal, Alberto Nisman había desarrollado cierto escepticismo ante las amenazas, una forma de intimidación familiar para los funcionarios ligados a causas pesadas. “No ando denunciando todo el tiempo”, había dicho, con relativa preocupación sobre las advertencias en una de sus últimas entrevistas.
Nisman sabía que, tras haber denunciado a la Presidenta, el Canciller y otros funcionarios oficialistas por encubrimiento en la causa AMIA, su vida personal y pública habían dado un giro de 180 grados. “Indudablemente me cambió la vida”, supo responder en la señal de noticias TN.
El fiscal, que apareció muerto en la madrugada del lunes, había hecho referencia a que había llegado una “actuación pasible de amenazas” a manos de la Procuradora General, Alejandra Gils Carbó, quien -según sus palabras- le había ofrecido reforzar su custodia.
“Le contesté que con la que tengo me alcanza… lo voy a repensar”, había respondido días atrás, dejando a entrever que esa caparazón que lo mantenía inmune a las intimidaciones había empezado a resquebrajarse.
La diputada Patricia Bullrich, que iba a presidir la audiencia en la que el fiscal brindaría información sobre la causa en la Cámara Alta, afirmó en la puerta de ingreso al edificio Le Parc que Nisman le había asegurado que “estaba muy amenazado y tenía un tema muy pesado”.
Bullrich, quien afirmó que se comunicó con el fiscal tres veces este sábado, aseveró que la Procuradora “le había puesto más custodia” a Nisman y contaba con la protección de diez miembros de Policía Federal.
“La última vez que hablé con él me dijo que le había avisado a su hija de 15 años que lo iban atacar pero que tenía responsabilidades éticas y daría las pruebas en el Congreso”, indicó a radio La Red la diputada, que realizará una reunión en el Congreso en homenaje a Nisman.
Antecedente. Si bien Nisman confió que solía recibir amenazas, el fiscal había radicado una denuncia penal a causa de una intimidación por mail en la que lo instaban a renunciar a su cargo o su hija sufriría consecuencias.
La amenaza había tenido lugar, de acuerdo a la Agencia Judía de Noticias, en el marco del proceso del acuerdo de entendimiento entre la Argentina e Irán.
