POLITICA
cfk rompio el silencio

“A mí nunca nadie me pagó nada por firmar ningún decreto”

Contestó así al empresario Gabriel Romero, quien dijo que pagó coimas para renovar una concesión. Sin nombrarlo, calificó a Claudio Uberti de funcionario de “cuarta línea”.

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Ex presidenta. El lunes pasado presentó un escrito ante Bonadio, a quien volvió a cuestionar con dureza. | ap

Cristina Kirchner hubiese preferido concentrarse públicamente en la crisis económica que atraviesa el gobierno de Mauricio Macri, pero la escalada judicial en su contra por la causa del Cuadernogate no le dejó alternativa. La ex presidenta negó ayer haber recibido pagos por coimas. “A mí nunca nadie me pagó nada por firmar ningún decreto, ni por llevar adelante ninguna de las medidas de mis gobiernos”, dijo.
“He decidido no hacer comentarios sobre remiseros ‘arrepentidos’ que dicen haberme visto en pijama, ni tampoco opinar sobre ex funcionarios de cuarta línea, también ‘arrepentidos’, que nunca formaron parte de mis dos presidencias, pero que describen excursiones casi turísticas en mi dormitorio”, escribió la senadora de Unidad Ciudadana a través de su cuenta en Facebook. Y agregó: “Sin embargo, como ex presidenta de la Nación tengo la obligación de pronunciarme sobre el empresario Gabriel Romero –nuevo “arrepentido”– que, según títulos catástrofe de Clarín y La Nación, habría pagado por un decreto presidencial”.
Cristina rompió el silencio para meterse en la denuncia del empresario y dueño de Emepa, Gabriel Romero, quien declaró el jueves ante la Justicia haber pagado coimas de 600 mil dólares para que la ex presidenta renovara por decreto la concesión de Hidrovía, en el tramo del río Paraná-Paraguay.
“Grande fue mi sorpresa cuando comencé a leer el referido decreto y mayor aún mi indignación cuando concluí su lectura. Es que el decreto 113 del 21 de enero del 2010 tiene particularidades muy especiales”, sostuvo la ex presidenta para luego dar un detalle técnico de por qué se llegó a firmar el decreto.
En las redes explicó: “Mi intervención como presidenta de la Nación se limitó a lo único que podía y debía hacer: ratificar lo actuado y resuelto por la Uniren con audiencias públicas de por medio, dictámenes de la Procuración del Tesoro y de la Sigen, aportes del Ministerio de Relaciones Exteriores y, finalmente, la intervención del Congreso de la Nación a través de la Comisión Bicameral de Seguimiento de las Facultades Delegadas al Poder Ejecutivo Nacional, sin cuya aprobación no hubiera habido decreto”.
Y apuntó al empresario: “Sería muy interesante que el Sr. Romero indicara a quién y cómo le pagó, porque a mí nunca nadie me pagó nada por firmar ni éste ni ningún otro decreto, ni por llevar adelante ninguna de las medidas de mis gobiernos. Al contrario, los problemas judiciales que tengo son por haber afectado intereses económicos concentrados y hegemónicos muy poderosos que siempre trataron de obstruir las medidas que llevé adelante en beneficio de las grandes mayorías populares, de la actividad económica en general y del desendeudamiento estructural de la Nación”.
Además, la senadora volvió a cuestionar al juez y al fiscal que investigan la causa. “El evidente manejo extorsivo de la figura del ‘arrepentido’ llevado a cabo por Bonadio y Stornelli, es sencillamente escandaloso, pero cuenta con el beneplácito de las más altas esferas del Poder Judicial, de los medios hegemónicos de comunicación y de este gobierno que ha provocado que nuestro país se esté cayendo a pedazos en medio de una verdadera catástrofe económica y social. Lo saben todos y todas”.