Aníbal Fernández volvió a la escena pública al criticar fuertemente a María Eugenia Vidal, luego de que en un almuerzo de Rotary Club dijera que “nadie que nace en la pobreza en la Argentina hoy llega a la universidad”. Sobre esas declaraciones, el exjefe de Gabinete expresó que “la muestran como una voz de catequista y un corazón más fascista que el de Mussolini”.
“Yo soy hijo de una portera y un mecánico de la fuerza aérea, contador y abogado que llegó a ser jefe de ministros. Si uno se detiene a ver qué hacen los más pobres con respecto a la universidad, ha habido un gran incremento. Favaloro nació en Barrio Mondongo de La Plata, y fue quien fue”, manifestó el ex funcionario en diálogo con Gustavo Sylvestre por radio 10, en relación a las polémicas declaraciones que tuvo la mandataria provincial días atrás.
En ese sentido, sostuvo que los dichos de la Gobernadora tienen que ver con un pedido del FMI, tras el inicio de las negociaciones con nuestro país: “El FMI hará eso, les plantea el stand by y los va a dibujar para pedir atrocidades en desmedro del respeto por el pueblo argentino” aseguró. Y agregó: “La bestialidad que dice la inútil de la gobernadora está basada específicamente en posiciones que la muestran como una voz de catequista y un corazón más fascista que el de Mussolini”,
Aníbal Fernández aprovechó la oportunidad para criticar el veto del Poder Ejecutivo a la ley que limita la suba de tarifas, luego de que fuera aprobado el proyecto en la madrugada del jueves. “Hay un desinterés absoluto del gobierno que mostró durante toda su gestión, lo que le importa es aumentar las tarifas de las empresas que están en manos de sus amigos. Argentina necesita dólares que no va a tener, ya no hay quien le preste”, expresó el exfuncionario.
Al respecto, el político remarcó que el Gobierno actual tiene un desinterés por el pueblo. “En cualquiera de sus decisiones, el análisis que debiera hacerse debería ser con el ingrediente del pueblo y con los privilegios que debe tener. El pueblo es un ingrediente sin privilegios en este caso. Se ve un absoluto desinterés por parte del presidente”.
En la misma línea, opinó que el “objetivo” del Presidente “es cumplir con los mandantes, que son los que teóricamente le darán el dinero para seguir invirtiendo en gastos corrientes, es una desproporción”, aseguró.