El militante de organismos de Derechos Humanos, Juan Evaristo Puthod, apareció anoche en la localidad de Zárate, luego de un enorme operativo de búsqueda del gobierno provincial y de haber traído a la memoria el triste caso de Jorge Julio López. Según trascendió, Puthod apareció en la esquina de las calles Larrea y Justa Lima, a unas 20 cuadras de la sede de la "Casa de la Memoria", en la que Puthod milita como sobreviviente del aparato represivo de la dictadura.
Anoche, Puthod se presentó en una remisería, señalando "necesito ayuda, un teléfono...". Se identificó, pudo comunicarse con su familia y enseguida llegó una ambulancia que lo derivó a una clínica Virgen del Carmen, de Zárate, en la que los médicos resolvieron dejarlo internado durante la noche porque su diabetes lo aconsejaba.
El doctor Ricardo Martich, jefe de Emergencias del nosocomio le dijo esta madrugada a C5N que Puthod "tenía muy alta la glucemia, una descompensación por su diabetes, pero fue medicado y está estable y tranquilo, va a superar ese problema en las próximas horas". Sobre las lesiones de los golpes denunciados por Puthod, el médico confirmó que "el paciente tiene una escoriación en el pómulo y refiere haber recibido un golpe". Cuando los periodistas le preguntaron si Puthod le había contado detalles de lo que le ocurrió en las últimas 24 horas, el facultativo indicó que "no, ni tampoco le preguntamos, eso queda para el fiscal".
El caso mantuvo en vilo al gobierno de Daniel Scioli, ya que Juan Evaristo Puthod es un sobreviviente de Centros Clandestinos de Detención en la última dictadura y testigo en varias causas, donde la Provincia y la Secretaria de Derechos Humanos son querellantes. Una de los procesos es por el hallazgo de rastros óseos humanos en el Tiro Federal. En la Casa de la Memoria de Zarate estaban preparando un homenaje en Lima, en la Ruta 9, donde fueron masacrados el ingeniero Osvaldo Cambiasso y Eduardo Pereyra Rossi. Los rastrillajes de búsqueda incluyeron a centenares de efectivos de policía y gendarmería, además de 6 helicópteros de la fuerza, todos supervisados por el Ministro de Seguridad.
El hombre nunca llegó a su destino: al principio la esposa de Puthod, Graciela Draguisevich, pensó que su marido había tenido algún problema de salud por sus antecedentes diabéticos y cardíacos, pero con el correr de las horas apareció el fantasma del albañil Jorge Julio López, el testigo del juicio contra el represor Miguel Etchecolatz que está desaparecido desde el 18 de setiembre de 2006.
Puthod había denunciado judicialmente amenazas desde hacía un año y medio y estaba organizando para el 16 de mayo un acto de homenaje a los montoneros rosarinos Osvaldo Cambiasso y Eduardo Pereyra Rossi, cuyas muertes, poco antes del retorno de la democracia en 1983, se le adjudican a Luis Patti, el diputado que fue nuevamente encarcelado esta semana por crímenes ocurridos en el marco del Primer Cuerpo del Ejército. "Queremos que no quede ninguna duda de que Patti no es un preso político, sino un asesino y genocida", decía Puthod hace unos días en el marco de la organización del evento.
Esta noche, el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, y el ministro de Seguridad provincial, Carlos Stornelli, fueron a Zárate para reunirse con la esposa de Puthod en la Casa de la Memoria.
Puthod estuvo seis años secuestrado: cayó en manos de la Prefectura dos días después del golpe militar del 26 de marzo de 1976, recorrió siete centros clandestinos, sufrió torturas hasta en el día de su cumpleaños número 18, pasó una noche encerrado en un ataúd y hasta perdió un ojo por los tormentos que sufrió durante su cautiverio. La noticia de su desaparición sacudió ayer por la mañana a las autoridades nacionales y provinciales, que desplegaron un gran operativo en la zona de Zárate, con unos 300 efectivos, la división Canes y seis helicópteros.
Incluso, el ministro Stornelli estuvo en Zárate reunido con los investigadores y el fiscal Martín Zocca, quien caratuló el caso como "averiguación de paradero". Zocca realizó esta tarde un operativo, poco después de esa reunión, en una vivienda ubicada a la vuelta de la sede de la Casa de la Memoria de Zárate, porque los perros que hacen rastrillajes habían mostrado una actitud extraña en el lugar. Pero en la vivienda abandonada no se encontró ninguna huella del nuevo desaparecido.
Desde Santa Cruz, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner había interrumpido un discurso en un acto para expresar "estamos muy preocupados" porque "ha desaparecido un testigo clave en juicios por los derechos humanos", y abogó porque "sea algo momentáneo".
Esta noche, familiares, amigos y militantes de derechos humanos habían marchado a Zárate para reclamar por la aparición inmediata del ex preso político, quien es querellante y testigo en la causa 5310 promovida por la Secretaría de Derechos Humanos bonaerense, luego del hallazgo de restos óseos humanos en el Tiro Federal de Zárate.
El empresario Esteban Reynal, quien ofició como vocero de Patti, fue consultado también hoy por La Red y, tras defender al ex comisario, advirtió que "se van a quemar con el chocolate que menciona la señora, igual que con el caso de (Luis) Gerez".
Así se refirió al ex preso político que denunció haber sido secuestrado tres meses después que López, en un episodio en el que también hubo denuncias que involucraron a Patti pero que finalmente mostró muchos puntos dudosos que la Justicia todavía trata de esclarecer para saber si efectivamente fue un rapto o un autosecuestro con motivos de publicidad política.