POLITICA
GOBIERNO Y CGT

Buscan convencer a CFK y lograr un plus salarial o un alivio en Ganancias

Los sindicalistas oficialistas pretenden que el Gobierno exima al aguinaldo del pago del impuesto. De lo contrario pondrán en marcha medidas de fuerza. Negociaciones abiertas.

Rechazo. La jefa de Estado por ahora respalda la negativa del ministro Axel Kicillof, quien resiste cambios que afecten la recaudación impositiva del Estado.
| Marcelo M. Abbate

Los ministros fueron claros: deberán torcer la voluntad de la presidenta Cristina Kirchner para superar el bolqueo que impone el ministro estrella, Axel Kicillof, a cualquier cambio que afecte la recaudación del Estado. 

El instinto de supervivencia y las enseñanzas que les dejaron diez años de convivencia con el kirchnerismo llevaron a la central que encabeza Antonio Caló a preparar un plan para pasar el fin de año. La mesa chica de la CGT Balcarce se reunirá el miércoles –hasta el momento la cita será en la sede del gremio de estatales UPCN, donde manda el oficialista Andrés Rodríguez– con el objetivo de debatir cómo intentarán convencer a la Presidenta de que exima al medio aguinaldo de diciembre del impuesto a las ganancias.

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Hace semanas que el pedido fue transmitido al jefe de Gabinete, Jorge Capitanich. Pero la respuesta de los funcionarios con buen diálogo con los cegetistas fue desalentadora: el Gobierno no tiene esa preocupación en agenda y si pretenden intentar lograrlo, tienen que convencer a Cristina. Deberán contrarrestar la influencia de Kicillof, preocupado por el equilibrio fiscal. El viernes se conoció que el aumento interanual de los gastos en subsidios se disparó 70%, a la par de una recaudación que por primera vez crece a menor ritmo que la inflación.

Por el momento, el plan de la mesa chica es pedir a la mandataria una reunión para los primeros días de diciembre. Lo harán los dirigentes más cercanos a la Presidenta, entre ellos Rodríguez y Gerardo Martínez (Uocra), quien mostró este fin de semana una fuerte sinfonía con los objetivos internacionales del Gobierno, al defender la regulación antibuitre durante un encuentro sindical paralelo a la cumbre del G20 en Australia. 

Por otro lado, la federación de sindicatos del transporte –que reúne a secretarios generales oficialistas, opositores e independientes– aspiraba a llevar su propio planteo a la Casa Rosada pero, tras un cambio de planes, sólo logró una audiencia con el ministro de Trabajo, Carlos Tomada. Prometen medidas de fuerza en diciembre si no hay una respuesta.

Sin una solución, el aumento de los conflictos será inevitable. La CGT oficial ya acordó que los gremios tienen vía libre para negociar bonos de fin de año, un pedido que se suma a los del resto de las centrales, incluida la CTA de los Trabajadores que dirige Hugo Yasky. La UOM de Caló pidió una gratificación extraordinaria de $ 3 mil y la Uocra elevó este reclamo a $ 6 mil, aunque se espera que la negociación resulte en un número más bajo.

El Gobierno les había hecho llegar un mensaje claro a través del ministro de Tomada y Capitanich: no debían ir por el bono de fin de año. Sin embargo, los gremios lo negociaron igual. No quieren quedarse esperando un gesto en Ganancias que tal vez nunca llegue. El bono es el back up, dicen los dirigentes consultados.

“Primero cerramos bonos, y después vemos si nos dan ganancias”. Está fresco el recuerdo de las últimas paritarias, en las que rubricaron acuerdos por debajo de la inflación a la espera de un ajuste impositivo que nunca llegó.

Sergio Romero, del gremio docente UDA y miembro de la CGT oficial, dijo a PERFIL: “Si llegamos a enero sin recomponer el poder adquisitivo, las paritarias 2015 van a ser muy duras y muy fuertes”. Su gremio hizo un estudio de la evolución de precios y salarios en el último año que arrojó datos en rojo. En paralelo, gremios del transporte automotor, ferroviario, aerocomercial y portuario marítimo –que incluye a sindicatos alineados con el gobierno y opositores– mantuvo este martes su segunda reunión y convergieron en una posición común para llevar al Gobierno. En principio, habían logrado una audiencia en Casa Rosada con el jefe de Gabinete y el ministro Tomada. Hubiera sido un hito en las relaciones del Gobierno, porque implicaba la primera visita de secretarios generales de la CGT Azopardo, como Juan Carlos Schmid (Dragado y Balizamiento), a la Casa de Gobierno desde la ruptura con el kirchnerismo.

Sin embargo, hubo un cambio de planes. Los esperará Tomada en la sede de su cartera. El dato fue visto como un desaire. Más allá del interlocutor, el planteo, adelantó el ferroviario Omar Maturano, será: “La licuación de nuestros salarios desde la recomposición de paritaria de este año y el malestar que existe en un sector estratégico como es el nuestro”. Si, como prevén en charlas privadas, no hay una respuesta positiva, o al menos un gesto. Anticiparon que podrán apelar a medidas de fuerza en el mes más delicado del año.

El argumento de la paz social en este momento delicado del año es uno de los planteos que ya avanzaron gremios oficialistas. “El Gobierno tiene el frente externo con los buitres, no es necesario sumar un problema con los trabajadores”, evaluó ante la consulta de PERFIL uno de los secretarios más afines al Gobierno. Por su parte, Yasky advirtió este martes  en un acto con docentes que “los medios buscan confundir al enemigo” y pidió “estar en la calle para que los trabajadores no paguen los platos rotos”.