A la escasez global de diversos insumos médicos, especialmente elementos descartables, y a la puja entre compradores por asegurarse contratos de provisión, ahora se suma otro problema: las dificultades logísticas que deben sortear los responsables de salud para poder traer los productos ya comprados desde las fábricas hasta los hospitales, médicos y enfermeros. Exactamente eso es lo que está pasando en estos días con una compra ya avanzada y pagada por una serie de productos médicos comprados por clínicas y servicios de medicina de Argentina.
Ese pedido ya está listo para salir de los depósitos de varios proveedores chinos, pero los despachantes logísticos no encuentran medios de transporte adecuados disponibles.
Entre los compradores de barbijos, guantes y otros insumos básicos de uso cotidiano en la atención de salud figuran algunas compañías conocidas del sector, incluyendo clínicas, prepagas y empresas de ambulancias. Fuentes de este grupo de importadores explicaron a PERFIL que “en la última semana hicimos una compra importante, compitiendo con EE.UU. y varios países de Europa. Ahora el pedido ya está prácticamente cerrado. Pero no encontramos la manera de realizar el envío de los contenedores con la mercadería adquirida desde China a la Argentina”.
La preocupación por el tema y la necesidad de concretar esta importación de elementos médicos ante el avance de la pandemia en Argentina hizo que los importadores de estos insumos les plantearan el tema a las autoridades del Ministerio de Salud de la Nación, que conduce Ginés González García, buscando encontrar alguna solución rápida.
De hecho, fuentes del ministerio confirmaron a PERFIL que están al tanto de esta problemática específica y “se está evaluando la posibilidad de dar el apoyo necesario para poder contratar, con aval estatal, algún tipo de chárter aéreo que pueda resolver el transporte en el plazo de dos o tres días”.
Problema mundial. El problema es generalizado e involucra también a otros países. Por ejemplo, Estados Unidos cerró un acuerdo con China para comprar este mismo tipo de material descartable (guantes, máscaras, camisolines, delantales) y su pedido se moverá entre ambos países por medio de veinte vuelos de aviones charteados.
El inconveniente de los insumos y su logística empieza, además, a complicar las relaciones entre naciones. Varios aviones de transporte que hicieron escala en países para reabastecerse fueron “demorados” en los aeropuertos debido a que transportaban respiradores o insumos similares. Otro caso llegó a plantear problemas entre socios de la Comunidad Europea. Según publicó la revista francesa L’Express, a principios de marzo Francia requisó en su territorio mascarillas fabricadas en Suecia que habían sido comprados por España y por Italia.