POLITICA
la atencion esta puesta en la economia

Cristina regresa esta semana para enfrentar las urgencias

“Cuando habla porque habla, cuando no habla porque no habla”, la defendió ayer Insaurralde. La oposición había criticado su silencio.

Lejos de la casa rosada. Una de las últimas escenas de la jefa de Estado en su despacho.
| Cedoc Perfil

El Gabinete espera el regreso de Cristina Kirchner para que fije el rumbo en tres temas centrales: los cortes de luz, los aumentos salariales a los policías y los acuerdos de precios con supermercados. La jefa de Estado está en El Calafate con su familia desde el 21 de diciembre. Y tiene previsto volver a Buenos Aires esta semana.

Hasta ahora, impartió órdenes telefónicas a sus ministros, pero hizo silencio ante la opinión pública. Para algunos funcionarios esto forma parte de una estrategia: cuanto menos se exponga, menor es el daño que sufrirá su imagen. Para la oposición, su silencio es imperdonable. Pero ella delegó poder en su jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, en parte para potenciarlo como candidato, pero también para cuidar su salud, un tema que la preocupa.

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Ayer, el diputado Martín Insaurralde vaticinó –tal como lo había hecho un colega suyo– que cuando vuelva Cristina hablará y será cuestionada por una oposición siempre “quejosa”. “Cuando habla porque habla, cuando no habla porque no habla”, escribió Insaurralde en la red social Twitter.

“Acá hay dos problemas urgentes y otro importantísimo. Los urgentes son los aumentos salariales a los policías y los cortes de luz. Lo importante es el rumbo de la economía”, graficó un ministro K a PERFIL. El Gobierno quiere evitar que se cumplan los acuerdos alcanzados con las fuerzas de seguridad por el impacto fiscal que tendría en las provincias y porque allanaría el camino a reclamos de los estatales, desajustando las cuentas de los gobernadores.

Para contener a las fuerzas nacionales, como la Gendarmería, el secretario de Seguridad, Sergio Berni, dispuso un aumento de 4 mil pesos, con lo que los sueldos no bajarían de los 10 mil pesos. Los cortes de luz en la Capital Federal y el Conurbano siguen, y aumentan el malhumor social contra el Gobierno. Hasta ahora, Cristina ordenó a Capitanich y al ministro de Planificación, Julio de Vido, que responsabilicen a las empresas distribuidoras. Pero eso no alcanzó para bajar la tensión con los vecinos que en algunos casos hace más de diez días que están sin luz ni agua. La posibilidad de una estatización de las energéticas, sugerida tanto por Capitanich como por De Vido, no parece factible para un sector del kirchnerismo. “No tenemos los recursos para hacernos cargo de este problema”, confió a este diario un diputado kirchnerista. La otra alternativa, también planteada por De Vido, es volver a instrumentar el recorte de subsidios para los que pueden pagar una tarifa más alta. El plan había sido anunciado en 2011 pero casi no llegó a concretarse.

Los acuerdos de precios con supermercados son una de las patas para frenar la inflación y bajarles el tono a las paritarias 2014. Cuando vuelva, Cristina deberá garantizar el congelamiento de precios, seguir pagando deuda con reservas y evitar, al mismo tiempo, que el nivel de divisas en el Banco Central disminuya. La corta gestión de Juan Carlos Fábrega al frente del Central ya logró ponerle cierto freno al drenaje de dólares de la entidad. La incógnita de los funcionarios es si Cristina volverá a ocuparse personalmente de la gestión, o seguirá delegando en los suyos la exposición