“Muy cálida”. Así definió la presidenta Cristina Fernández de Kirchner a la reunión que mantuvo hasta hace instantes con los familiares del ex presidente Raúl Alfonsín, en el barrio porteño de Recoleta.
Tras una hora cuarenta minutos, la mandataria salió en uno de los automóviles de la Presidencia, acompañada por sus guardaespaldas, sin hacer declaraciones. Sólo atinó a decir, con una voz y una mirada que mostraba cierta emoción, que la reunión había sido “muy cálida”.
Fernández de Kirchner asistió al domicilio de Alfonsín, en la calle Rodríguez Peña, a las 11, para dar sus condolencias a los familiares del líder radical fallecido el martes último. La mandataria adelantó su regreso de Londres, donde participó de la Cumbre del G-20, para reunirse con los deudos del líder radical que murió por un agravamiento de un cáncer de pulmón.
La Presidenta, al salir de la cochera del edificio de avenida Santa Fe al 1600, bajó brevemente el vidrio del vehículo donde se trasladaba y añadió ante la prensa que se había sentido "muy bien" de acompañar a los familiares de uno de los máximos dirigentes radicales.