La presidenta Cristina Fernández arribó esta noche a la ciudad brasileña de Río de Janeiro, donde prevé participar mañana de la misa que el papa Francisco ofrecerá en el cierre de la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).
El vuelo presidencial despegó a las 19.15 y llegó pasadas las 22.30, con una comitiva integrada también por el primer candidato a diputado nacional del kirchnerismo en Buenos Aires, Martín Insaurralde, el canciller Héctor Timerman y el secretario Legal y Técnico de la Presidencia, Carlos Zannini.
Fuentes gubernamentales especulaban con que la mandataria tendría un encuentro con el Papa, su compatriota Jorge Bergoglio, pero el vocero vaticano, Federico Lombardi, dijo ayer que "sólo iba a ser un saludo".
La propia Presidenta, quien en la semana comparó a Francisco con Néstor, confirmó esta noche mediante la red social Twitter que Insaurralde integró la comitiva oficial a Río de Janeiro.
La mandataria se alojó en el Copacabana Palace, pero debió ingresar por una entrada lateral del lujoso edificio, ya que miles de jóvenes acampaban en las inmediaciones del hotel y dificultaban el ingreso principal, según pudo observar DyN.
El "piquete de la fe" que hacía una vigilia frente al Copacabana Palace, frente a la tradicional playa de Río, estaba integrado principalmente por jóvenes cristianos de Venezuela y de Brasil.
La Presidenta también invitó a acompañarla al sacerdote Francisco Olveira Fuster, párroco de Nuestra Señora de Fátima, en Isla Maciel, Avellaneda; al padre Basílico Brítez, párroco de San Roque González y Compañeros Mártires, de Villa Palito, en el partido bonaerense de La Matanza; y al padre Ignacio de Quilmes.
Además, viajaban Alicia Oliveira, ex defensora del Pueblo de la Ciudad y amiga del Papa, y el vocero presidencial Alfredo Scoccimarro.
La jefa de Estado estará mañana junto al papa Francisco, en la misa de cierre de la JMJ, actividad que coronará la presencia del pontífice luego de una semana en Río de Janeiro.
La Presidenta se sumará así a otros jefes de Estado, entre ellos la mandataria anfitriona, Dilma Rousseff, y sus homólogos de Bolivia, Evo Morales, y de Surinam, Dési Bouterse, que también participarán de la misa papal.
Esa ceremonia religiosa tendrá lugar mañana a las 10, en las playas de Copacabana, en el comienzo de las actividades del séptimo y último día del pontífice en Brasil antes de regresar al Vaticano.
