Tal como esperaba la bancada oficialista, la Cámara de Diputados aprobó el memorándum de entendimiento entre Argentina e Irán para crear una Comisión de la Verdad que, integrada por ambos países, investigue el atentado a la sede de la AMIA. Mientras, tanto, diversas agrupaciones y representantes de la colectividad judía se manifestaban en las afueras del Congreso contra el acuerdo.
La votación arrojó un total de 131 votos positivos, 113 votos negativos, en el fin de una sesión cuestionada por los juegos del oficialismo para alcanzar el quórum necesario.
Para habilitar su tratamiento, el oficialismo hizo volver a sus bancas a dos diputados que habían pedido licencia y debieron renunciar a sus cargos provinciales -el chubutense Carlos Eliceche y la tucumana Beatriz Mirkin-, lo cual generó la queja opositora y el planteo de algunas cuestiones de privilegio por el episodio.
Al comienzo del debate, el titular de la comisión de Relaciones Exteriores, el kirchnerista Guillermo Carmona, defendió el proyecto oficial al asegurar que el objetivo "central" del memorándum "es que presten declaración indagatoria los imputados iraníes".
Carmona, que participó de la reunión mantenida ayer entre tres comisiones de Diputados y el canciller Héctor Timerman, confrontó argumentos formulados por la oposición, como cuando aclaró que Irán "es un Estado que no está denunciado en la causa como imputado" y que "no hay posibilidad" que se lo someta, ya que de comprobarse su participación sería una responsabilidad de tipo política pero no penal.
El diputado del FpV enfatizó que las alertas rojas de Interpol, que pesan sobre cinco ciudadanos iraníes sospechados por el atentado, "no se pueden modificar sin intervención del juez de la causa", por lo cual siguen vigentes.
Más tarde, su compañero de bancada, el riojano Jorge Yoma, anunció su voto negativo, y descartó cualquier avance en la causa. “Si no es posible a esta altura conseguir una condena penal, las víctimas tienen derecho al menos de saber lo que pasó", opinó el riojano. "Propongo la creación de una Conadep para investigar el atentado a la AMIA y a la Embajada de Israel”, señaló.
A su turno, la jefa del GEN, Margarita Stolbizer, acusó, al gobierno nacional de "no querer esclarecer los crímenes" productos del ataque terrorista y denunció que se ha sometido la causa "a las necesidades, primero que nada, financieras y fiscales de este Gobierno".
Por su parte, el denarvaeizta Gustavo Ferrari consideró que "tiene que haber algo atrás" del tratado suscripto para que se pongan "en riesgo los códigos rojos" emitidos por Interpol y para no haber consultado "al juez y al fiscal en estas decisiones".
Mientras tanto, el macrista Pablo Tonelli afirmó que el convenio "es inconstitucional". Para Tonelli, la Carta Magna "establece la competencia de tribunales (argentinos)" y la tramitación y decisión de todas las causas bajo "las leyes de la Nación", para alertar que no se puede considerar como "declaración indagatoria" la que se le tome en Irán y coincidió la hipótesis de que se busca que caigan las alertas rojas.
Durante la tarde, la diputada del PRO Laura Alonso interpeló a los legisladores: “¿Alguien puede creer que un régimen como el islámico, que no garantiza el debido derecho para sus ciudadanos, va a hacerlo para los argentinos?”
“Díganme si el régimen islámico de Irán va a garantizar el debido proceso a las victimas de la AMIA”, espetó, mientras exhortó a los diputados a jurar por la Constitución una eventual respuesta.
Análisis global. La dirigente de la Coalición Cívica Elisa Carrió rechazó el acuerdo bajo el argumento de un complejo análisis de la política exterior argentina, que hasta le valió un acto fallido con la figura del presidente venezolano, Hugo Chávez.
En su discurso, Carrió advirtió que es "demasiado peligroso" el acuerdo y acusó al gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner de "cambiar la política exterior" en línea con la de Chávez, y de "meterse en el conflicto de Medio Oriente con implicancia nuclear".
Con todo. Mientras todavía se discutía el cruce de improperios entre Alonso y el secretario general de La Cámpora y legislador del FpV, Andrés Larroque, el peronista disidente Felipe Solá protagonizó un virulento discurso, en el que desestimó el acuerdo y hasta criticó al propio Timerman, por su participación en la reunión con Diputados. "No sabe hablar, y además, lee como el culo", espetó.