A los conductores que sean sorprendidos manejando en estado de ebriedad en la Ciudad de Buenos
Aires
se les retirará el vehículo y podrán ser detenidos de forma instantánea. Así lo
determinó el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en el marco de una serie de medidas de
endurecimiento de los controles de alcoholemia frente a la gran cantidad de accidentes de tránsito.
En pleno anuncio, la vicejefa Gabriela Michetti y el ministro de Seguridad, Guillermo
Montenegro, aseguraron además que se lanzará una
campaña de concientización dirigida a los jóvenes y que entrará en funcionamiento
un
nuevo cuerpo de control de tránsito.
Las nuevas medidas están insertas en el
Plan de Seguridad Vial de la Ciudad y apuntan a la disuasión "para que todos
tomemos conciencia de lo que implica el respeto al otro y de la importancia que tiene mejorar las
conductas de manejo", dijo Michetti.
Entre las medidas que se aplicarán a partir del 1º de mayo, se anunció que a los conductores
infractores se les quitará el auto, que será trasladado por una grúa a un playón de la Comuna,
donde podrá ser retirado recién al día siguiente, sin costo de acarreo.
Hasta ahora, los que superaban el nivel permitido de alcohol -0,5 para los automovilistas-
podían esperar hasta que se les pasara el efecto o dejar el volante a un acompañante, pero con la
nueva medida se quedarán a pie.
"Esta modalidad generaba algunos inconvenientes en los puestos de control, porque tener
retenidos en un lugar cierta cantidad de vehículos durante varias horas provoca complicaciones en
el tránsito urbano", advirtió Montenegro.
Las autoridades informaron en una conferencia de prensa en el Salón Blanco del Palacio
Comunal que en los casos en que se corra riesgo de integridad física o la vida de terceros, los
fiscales contravencionales promoverán detenciones inmediatas, como lo establece el Código
Contravencional.
Según indicaron los funcionarios las medidas fueron evaluadas junto a representantes de la
organización Madres del Dolor y un grupo de padres del Colegio Ecos, cuyos hijos fallecieron en
Santa Fe el 8 de octubre de 2006 cuando el micro en el que viajaban chocó contra un camión
conducido por un chofer ebrio.
Fuente: DyN