Víctor Manzanares no se arrepintió, como se especulaba. Pero disparó por elevación a la ex presidenta y al juez Claudio Bonadio por meterlo preso. Según la declaración a la que accedió PERFIL, el ex contador de la familia Kirchner admitió que tanto él como Cristina Fernández se pudieron haber mandado una “burrada” al decirles a un grupo de inquilinos que depositaran la plata de los alquileres de Los Sauces en cuentas no informadas al juzgado. Es por ese hecho que Manzanares quedó detenido. Pero se quejó porque Bonadio decidió meterlo preso solo a él en julio de 2017, cuando la ex presidenta ya buscaba un lugar en el Senado.
“Me queda claro que estoy preso porque soy el famoso 4 de copas, como se dice en la jerga popular, al que es más fácil pegarle. O si fueran los dichos de mi abuela: ‘El hijo de la pavota’”, aseguró el jueves ante el juez Julián Ercolini. Manzanares, preso desde hace casi nueve meses, decidió hablar ahora que se alejó de la familia Kirchner, que cambió el abogado que compartía con la ex jefa de Estado y que el caso ya no está en manos de Bonadio y pasó al juzgado de Ercolini.
El contador aseguró que a Néstor Kirchner lo veía una vez por año y después negó haber burlado a la Justicia. “Eran tiempos de locos” y agentes de inteligencia lo seguían desde abril, dijo para justificar el hecho que lo dejó detenido. “Lo que tendría que haber hecho el juez Bonadio antes que meterme preso es haber tenido la duda. Pero es más fácil ser cowboy con pistolas en este país. Podemos estar hablando de una burrada, tanto por la ordenante del acto, es decir la doctora Cristina Fernández, como por el suscripto, que fue quien firmó la nota”, diciendo dónde depositar los alquileres. Pero añadió: “Claro. Meter preso al que queramos meter preso”.
Encarcelado en el penal de Marcos Paz desde hace casi nueve meses, el ex contador dijo que solo pudo ver a sus hijos en Navidad. Busca que Ercolini le dé la excarcelación o, al menos, un arresto domiciliario en Santa Cruz. No es la primera vez que Manzanares se despega de los Kirchner. En diciembre, ya había dicho que borró con Liquid Paper los libros contables y societarios de Hotesur por orden de la ex familia presidencial. Aseguró que fue un mero “contador externo”. Siguiendo esa línea y consciente de que se decía que se arrepentiría, Manzanares le dijo a Ercolini que él “no traiciona”. ¿Por qué? “Para traicionar, previamente tendría que haber sido partícipe de algo ilegal y esto no fue así” en su caso, afirmó.
Según contó, un día Néstor Kirchner lo citó en la quinta de Olivos para decirle que iba a armar Los Sauces, “una sociedad anónima familiar donde ir incluyendo los bienes inmuebles de su propiedad”. Explicó que en los veinte años en lo asesoró lo vio “veinte o treinta veces, como mucho”. Y sin negar que pudieran haberse cometido delitos, Manzanares aseguró que nunca fue parte de la banda ni lavó dinero. “No fui funcionario nacional, no tuve ningún contrato con el Estado nacional que me haya permitido beneficiarme, no conozco nada de la obra pública, no he tenido reuniones en conjunto con el doctor Kirchner y ninguno de los empresarios de la obra pública vinculados a esta causa”, agregó.