El 2019 está a la vuelta de la esquina y si el peronismo no acciona rápido llegará a la elección sin la más mínima chance de recuperar el poder. Para eso, los últimos meses fueron intensos en materia de reuniones, llamados y mensajes entre las distintas vertientes del PJ. Las discusiones siguen siendo similares a las de 2016 y 2017, con Cristina Fernández de Kirchner como eje importante para el rearmado del movimiento, aunque hay nombres propios que afloraron a la vez que comenzó un pedido urgente: "Hay 2019".
Abrir el juego. El fin de semana, con la excusa de los festejos por los 104 años del aniversario de Resistencia, Chaco, el intendente de esa localidad Jorge "Coqui" Capitanich agrupó a los bonaerenres Verónica Magario (La Matanza), Jorge Ferraresi (Avellaneda), Mario Secco (Ensenada), Walter Festa (Moreno) y Francisco "Paco" Durañona (San Antonio de Areco). Ningún peronista del ala de Gustavo Menénedez (Merlo), presidente del PJ de Buenos Aires.
También estuvo Alberto Rodríguez Saá, que impone la frase "Hay 2019" en respuesta al gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, que dijo que habría que ir pensando en 2023. Ese espacio, con Cristina como la dueña del veto, aspira a imponer al puntano o al chaqueño como candidatos a Presidente. ¿Y en Buenos Aires? Magario sobresale. Otros, más soñadores, piensan en CFK arrebatándole la reelección a Vidal. El último nombre que tiene acciones cada vez más valiosas es Agustín Rossi.
10 años. En política todo pasa y un ejemplo perfecto son las tres reuniones que tuvieron Cristina y Alberto Fernández. La primera, según consignó Infobae, fue en diciembre, post elecciones. Claro, ninguno logró el objetivo en octubre. La expresidenta perdió con Cambiemos y Alberto F. lejos estuvo de instalar con creces al hoy silencioso Florencio Randazzo. El exjefe de gabinete quiere ser el articulador del peronismo en la Ciudad de Buenos Aires.
Bonaerenses. Para que el PJ de Buenos Aires no sea un lugar sin importancia, Gustavo Menéndez prepara una nueva convocatoria al Consejo del PJ. La fecha elegida fue el martes 20. Será solo dos días antes de la marcha de Moyano. El tema no pasará desapercibido, pero no será el único. Aumento de tarifas, el nuevo cálculo jubilatorio y los despidos, ejes de las cuestiones que plantearán los intendentes que buscan rearmarse con Cristina siendo "una más".
Falta uno. Lo llaman el "encuentro de la unidad" pero quedó rengo. Será el jueves en la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (Unmet). La idea original era reunir a los kirchneristas, massistas y un ampli abánico de peronistas sin líder en Capital Federal para pronunciarse a favor de la marcha de Camioneros y la CGT del jueves 22. Desde el massismo ya advirtieron que no estarán. ¿Y si va Felipe Solá? "No representa al espacio si va, sino al propio Felipe", aseguran desde el entorno del tigrense.
Salteño. Entre tanto cacique con ganas de anotarse, sigue en carrera, aunque en la última elección de Salta perdió en manos de Cambiemos, el gobernador de esa provincia Juan Manuel Urtubey. No puede ir por una nueva reelección por ende no tiene otra alternativa. O dejará pasar la vuelta. Por ahora, se presenta como el peronista más aliado de Macri. ¿Dará resultado ser oficialista?
Nueva York. Sin descuidar a Margarita Stolbizer, Sergio Massa mantiene reuniones con dirigentes del PJ, como lo hizo público en el verano. Esta semana se encargó de promocionar su viaje a Nueva York, donde vio a Rudolph Giuliani y cerró acuerdos de cooperación con el hombre de la "tolerancia 0" en materia de seguridad para los neoyorquinos.
Sindicatos. La CGT siempre fue peronista. Y las internas del partido reflejan lo que se vive en la central obrera. ¿Para quién juega cada uno? Héctor Daer, dialoguista con el gobierno, apoyó a Randazzo, paradojicamente también con buen trato con Cambiemos. Hugo Moyano se acerca con emisarios al kirchnerismo aunque la relación lejos está de ser la ideal. Pero el enemigo en común los volvió a poner de un solo lado del mostrador. Pablo Moyano conserva cargo importante en el PJ de Buenos Aires y también está cerca de los K. Su gran aliado del 22, Luis Barrionuevo, no puede ni ver a la expresidenta y su esposa, la diputada Graciela Caamaño está con Massa. Aunque más que mirar a los dirigentes peronistas, tanto Daer como Schmid y Acuña, los restantes triunviros, pelean por saber en que decantará una CGT partida en dos.