Musa Azar, el ex jefe de policía santiagueño sentenciado a cadena perpetua por causas de lesa humanidad y por el doble crimen de La Dársena (asesinato de Patricia Villabla y Leyla Bshier Nazar), dejó en total abandono su zoológico privado.
Allí, en la localidad de Arraga, a 35 kilómetros de la capital provincial, tenía animales de todo tipo. Y allí estuvo el cuerpo de Leyla. Lo que todos repiten es que zorros enjaulados comieron partes de su cadáver. Perfil.com recorrió el establecimiento y el mismo fue desalojado. Solo quedan las jaulas abandonadas y una familia que trabaja cuidando el establecimiento. Hace unas semanas denunció maltrato en su celda.
El crimen. Era 6 de febrero de 2003 cuando, aún en tiempos juaristas, aparecieron los cuerpos de Patricia Villalba y Leyla Bshier Nazar en La Dársena, un descampado a 15 kilómetros de la capital. Bshier Nazar había desaparecido el 16 de enero. Villalba fue raptada y torturada el 5 de febrero.
El 16 de enero Leyla participó de una fiesta en un prostíbulo. La joven mantuvo relaciones sexuales con Antonio Musa Azar (h) y otros presentes. Luego, fue asesinada. La otra víctima fue la verdulera Villalba. El 5 de febrero fue secuestrada a dos cuadras del negocio en el que trabajaba, y fue llevada en una patrulla hacia la reserva donde fue torturada y abandonada mientras agonizaba. La investigación determinó que Villalba había ido a una fiesta de carnaval y allí le contó a José Patricio Lludgar que sabía sobre el crimen de Leyla.
Lludgar se lo contó a Musa y llegó el horror. Ordenó matar a la chica, para encubrir a su hijo. Según la fiscal Olga Gay de Castellano, el ex jefe de Inteligencia ordenó a los policías Gómez, Mattar y Albarracín, quienes trabajaban para él, que torturaran y asesinaran a Patricia, cuyo cuerpo apareció a siete metros del cadáver de Leyla.
Como suele pasar en estos casos, hubo confesiones. El 2 de noviembre de 2003, los tres policías del entorno de Musa Azar, presos entonces por el crimen de un ganadero, confesaron que él había planeado todo. Los informes forenses comprobaron que los huesos encontrados en el zoológico de Musa Azar eran de Leyla. Por su parte, Patricia tenía quemaduras en el hombro y antebrazo derecho, y 15 puntazos en el lado izquierdo, bajo el seno.
El fin de Juárez. El crimen tuvo tal repercusión por las implicaciones del poder que marcó el fin de la era juarista en Santiago. El exgobernador había estado en el poder, directa o indirectamente desde 1948. Ese fue su final para él y su mujer, la temida Nina Aragonés de Juárez, que al momento de la intervención federal (abril de 2004) era la gobernadora.
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