POLITICA
Imagen presidencial

Felices vacaciones

La imagen presidencial es cíclica: sube hacia fin de año, y comienza a bajar después de marzo, para volver a repuntar luego de octubre.

Nestor Kirchner
Néstor Kirchner | Cedoc

El Presidente tiene claro que en la Argentina, entre Navidad y el comienzo de clases, la gente pasa de largo de la política, salvo que estalle la economía, cosa que no sucederá. Hace mucho que no se veía a alguien explotar tan bien la satisfacción simbólica, quizá desde los primeros tiempos de Alfonsín. Menem apuntaba de otra manera: mientras la economía caminaba, quedar bien le preocupaba menos.

Sin duda que luego de esta movida, su imagen personal y la del Gobierno van experimentar un crecimiento de varios puntos. Ya el hecho de ganar las elecciones había generado un repunte de 11 puntos. Decirle adiós al control del Fondo engancha perfecto con la tendencia de la opinión pública de rechazar la intervención de los organismos financieros internacionales, más allá de las razones técnicas para desendeudarse de esta manera.

Es un “oíd el ruido de rotas cadenas”; un signo de la independencia económica que siempre proclamó el peronismo

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La imagen presidencial es cíclica: sube hacia fin de año, y comienza a bajar después de marzo, para volver a repuntar luego de octubre. Tiene un ciclo favorable en primavera – verano, y negativo en otoño – invierno. Quizá esté condicionado culturalmente por las temporadas de obras públicas en la Patagonia: se deja de trabajar hacia mayo cuando el suelo se congela, para retornar en primavera.

Esta decisión significa un “digno broche de oro” para un año súper K. Canjeó exitosamente la deuda, venció a Duhalde, terminó de controlar al PJ, y le dice adiós al Fondo. Esta consolidación política asegura un amortiguador a la imagen presidencial, ya que nadie dudará de su poder, más allá de los avatares de la gestión.