Una semana después de que Aníbal Ibarra asumiera la defensa judicial de Cristina Fernández de Kirchner en la causa que investiga el presunto encubrimiento de los responsables del atentado de la AMIA, el exjefe de Gobierno porteño renunció este lunes a representar a la expresidenta ante el Poder Judicial.
¿Qué pasó en esos siete días para que el exdirigente del FREPASO decidiera abandonar la defensa de la senadora nacional? Según sus propias palabras, se puso en marcha una "operación mediática y política para golpear sobre CFK". El objetivo: vincularla a la tragedia de Cromañón, el boliche en el que murieron al menos 194 personas el 30 de diciembre de 2004, un hecho que llevó a la destitución de Ibarra de la jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
"Teníamos información que había una operación en marcha mediática con el tema de Cromañón", confirmó el abogado en una entrevista con el Canal A24. "No le puedo llevar a Cristina, que está siendo perseguida políticamente, un tema más de preocupación", agregó.
Ibarra comentó que "Cristina estuvo de acuerdo con mi renuncia", y aseguró que "la información" sobre la supuesta operación en su contra "era seria, fue chequeada y fue recibida por varias personas del entorno de mio y de Cristina".
Por último, el abogado anticipó que va a "seguir colaborando con el equipo de ella" y que seguirá "trabajando como defensor de -Oscar- Parrilli, en esta causa que es un invento politico".
La semana pasada, al asumir la defensa judicial de la expresidenta, Ibarra había comentado a Perfil que la causa que lleva adelante el juez Claudio Bonadio "es una causa inventada para perseguir" política y judicialmente a los oposición. "No hay detenidos por encubrimiento en la Argentina, excepto los de está causa", denunció entonces.