Faltan pocos días para el cierre de listas y en el macrismo hay una figura que no aparece ni como candidata, ni como armadora. La ex vicepresidenta Gabriela Michetti está completamente por fuera del comando opositor. Mientras tanto, en la Justicia avanza una investigación por supuestas contrataciones irregulares en el Senado, durante la gestión de Cambiemos.
Acostumbrada a ser una de las animadoras políticas del macrismo, Michetti decidió correrse de la arena política el 10 de diciembre de 2019, cuando abandonó sus oficinas del primer piso del Senado de la Nación. Por estos días se divide el tiempo entre la Ciudad de Buenos Aires y Laprida. En este pueblo a 480 kilómetros de la Capital Federal transita una internación domiciliaria su padre, que padece Alzheimer, y su madre, con otro tipo de demencia senil más leve.
En su entorno dan una respuesta de desgaste físico después de varios años en política, para explicar su éxodo. “Después de que Juntos para el Cambio perdió las elecciones comenzó un período de introspección y sobre todo de reconexión con su familia. Desde que se metió en la política estuvo siempre en la primera línea de exposición”, explica una fuente muy cercana a ella.
Más allá de esto, la lectura política que hacen en el espacio que ella integró es distinta. “Cuando vos sos una imagen, te mantiene una buena gestión o un buen candidato. Pero si no tenés votos propios y fuiste parte de una mala gestión, no tenés nada”, explicó a PERFIL un dirigente que la acompaña desde el principio de su carrera en el PRO. "Ella nunca construyó capital político, siempre se ancló en su imagen".
"Si no tenés votos propios y fuiste parte de una mala gestión, no tenés nada”.
En el PRO ponen como ejemplo el camino inverso que inició Rodríguez Larreta en 2015, y hoy es una figura determinante para el armado electoral. Indican que "Horacio hizo lo contrario, él no era conocido y fue construyendo desde el territorio. Ella mantuvo el camino de su imagen y eso tiene fecha de vencimiento".
Igualmente se espera que vuelva a la escena pública en algunas semanas. No puntualmente por decisión propia, si no por una decisión judicial. En marzo del año pasado la fiscal federal Paloma Ochoa la imputó por supuestas contrataciones irregulares que hizo desde el Senado por obras de refacción, y en poco tiempo podrían haber novedades en la causa.
La denuncia había sido presentada por la directora General de Asuntos Jurídicos del Senado, Graciana Peñafort, también abogada de Crisitna Kirchner. En la denuncia se refería a la “existencia de serias deficiencias e irregularidades tanto en el trámite de la licitación como en el proceso de ejecución de las obras en cuestión”.
Tenemos absoluta tranquilidad de conciencia, por lo que pondremos a disposición de la justicia, toda la información necesaria para demostrar que la denuncia es infundada.
— Gabriela Michetti (@gabimichetti) March 6, 2020
Fuentes de la causa señalaron a PERFIL que la imputación se “está tramitando”.
“Hace poco el seguro reconoció el incumplimiento contractual, estamos presentando las constancias que faltan”, contaron en el entorno de los demandantes. En tanto, Michetti contestó a la denuncia a través de Twitter: “Tenemos absoluta tranquilidad de conciencia, por lo que pondremos a disposición de la justicia, toda la información necesaria para demostrar que la denuncia es infundada”. Esa fue su última publicación en la red social del pajarito.
Si bien está alejada de la coyuntura partidaria, la ex vicepresidenta aún mantiene reuniones con dirigentes de su partido. Así lo hizo hace poco con Mauricio Macri, antes de su último viaje a Europa. “Son encuentros personales por el vínculo que tienen de una relación de muchos años”, explicaron en su entorno.
En este escenario, después de más de 15 años el PRO irá a una nueva elección sin una de las principales figuras que tiene desde sus inicios. “Está para acompañar y ayudar, pero no para otra cosa”, sintetizó una fuente que tiene un vínculo estrecho con Michetti.
ds
