La insólita discusión que atrasó el debate y enfrentó a Rossi con Fellner

Luego de que la oposición logró reunir el quórum para tratar la Ley de Glaciares, en Diputados se produjo una insólita discusión que unió a opositores y oficialistas, y enfrentó al jefe del bloque del kirchnerismo, Agustín Rossi, contra el presidente de la Cámara, el también kirchnerista Eduardo Fellner.

Todo comenzó cuando la diputada Silvia Vázquez expresó su enojo porque los expedientes 5467/10, de su autoría, y 5469/10, de la santafesina Verónica Benas (ambos proyectos de declaración en repudio a la persecución y agresiones que vienen sufriendo la comunidad indígena “Qom La Primavera” por parte del gobierno de Formosa, que encabeza el kirchnerista Gildo Insfrán), no figuraban en el orden del día, como había sido acordado en labor parlamentaria.

El tema originó una votación a mano alzada para dirimir su incorporación a la agenda. Fellner, en su rol de Presidente de la cámara, dio por aprobada la votación al considerar que hubo más de dos tercios de votos positivos. Pero Agustín Rossi puso el grito en el aire, esgrimió que no hubo la cantidad de votos necesarios y pidió rectificar la votación. “Pero si sus propios diputados, sentados a sus espaldas, votaron a favor”, le contestaron los opositores.

Silvia Vázquez (FORJA), Graciela Camaño (PJ Federal) y Oscar Aguad (UCR) se sumaron al debate Rossi-Fellner. Mientras Rossi insistía en repetir la votación, esbozó una crítica al accionar de la presidencia, diciendo que no respetaba el reglamento. Vázquez lo secundó. En ese instante, Fellner, ya desencajado, gesticulaba, movía la cabeza, se enojaba y refunfuñaba, hasta que explotó: “Estoy harto de que haya quejas de esta presidencia”, disparó.

Finalmente, se votó nominalmente y la moción de incorporarlo al debate fue aprobado por 140 votos positivos contra 68 negativos. La discusión duró más de una hora y enfrentó a dos pesos pesados del kirchnerismo: Rossi y Fellner, que contó además con el apoyo de todo el arco opositor. El meollo del asunto fue tratar el repudio a las agresiones a un pueblo originario. Algo que el bloque del Frente para la Victoria no quiso secundar.