1) Hasta el conflicto, el kirchnerismo era hegemómico y en el futuro sólo aparecía una sucesión infinita de "pingüinos". Eso cambió, tanto que las elecciones legislativas del próximo año ya no se piensan como un paseo del oficialismo.
2) La presión del campo y de sectores medios de las grandes ciudades obligó a la presidenta Cristina Kirchner a dar marcha atrás con la resolución sobre las retenciones móviles, que ahora será debatida en el Congreso.
3) Si el gobierno aprende la lección (la necesidad tiene cara de hereje también en política), Cristina será menos arbitraria que su marido y estará más preocupada por la mejorar la calidad institucional.
4) El oficialismo, encabezado por Néstor Kirchner, terminó de recostarse en el Partido Justicialista, cuya cúpula pasó a controlar. Atrás quedó el sueño de una coalición transversal, que no tenía un anclaje económico y social.
5) El conflicto provocó nuevos realineamientos en el PJ, con los representantes de mayor peso de las provincias de la Pampa Húmeda, más sensibles a los reclamos de los productores agropecuarios, ubicados en la vereda de enfrente de los Kirchner.
6) Blanqueó la vuelta de Eduardo Duhalde a la escena pública, a la cabeza de los justicialistas disidentes y con fuertes apoyos en el campo y la industria, que recuerdan con agrado su gobierno (en especial, la pesificación asimétrica).
7) La reaparición en escena del Congreso es dato muy importante. Ahí están representado el pueblo (diputados) y las provincias (el Senado). Era lo que pedía el campo, si bien las entidades de los productores imaginaban un debate más abierto y no tan sujeto del proyecto de ley enviado por el Poder Ejecutivo.
8) Al campo le fue muy bien aunque utilizando un método autoritario y antidemocrático como los cortes de ruta. Pero, el contragolpe (en términos futbolísticos) del gobierno lo obliga ahora a un comportamiento más institucional, el debate con los legisladores y en el Congreso.
9) El conflicto marcó la centralidad económica y social del campo y podría ser un buen comienzo para borrar una antinomia absurda para un país como el nuestro: las grandes ciudades versus el campo.
10) El gobierno supo esta semana encauzar el conflicto luego de una serie de errores que revelaron su falta de imaginación para adaptarse al nuevo contexto político. Eso es bueno porque tener gobierno es siempre mejor que caer en la anarquía.
*Editor del diario Perfil.
Las 10 cosas que pueden ser positivas del conflicto entre los Kirchner y el campo
Tiene un alto costo económico, al menos un punto del Producto Bruto Interno, y nos está impidiendo aprovechar la voracidad mundial por nuestros commodities. Pero, puede tener algunas consecuencias políticas positivas.
