El viernes pasado al mediodía, Néstor Kirchner y su esposa compartieron un acto en Chivilcoy por el 156° aniversario de esa ciudad bonaerense donde nació su último gran adversario, el CEO de Clarín Héctor Magnetto, y también la localidad del ministro del Interior, Florencio Randazzo. También acudió al intendente local, Aníbal Pittelli. Fue la última comparecencia en público del ex presidente.
Si el ex jefe de Estado hubiese sabido que eran sus últimas palabras a la prensa, seguramente se hubiese referido a cuestiones de Estado, de la política o de su vida. Sin embargo, su destino quiso que sus últimas frases -breves- fueran sobre el último hecho que golpeó a su kirchnerismo: la muerte del militante del Partido Obrero, Mariano Ferreyra.
Así fue el último diálogo con el grupo de periodistas que lo aguardaban a las 14.27 del viernes:
-¿Cómo ve la investigación del asesinato de Ferreyra?
- Es terrible. No tengan ninguna duda que la Presidenta ha impulsado la investigación de los autores intelectuales y materiales del hecho. En el día de hoy van a ver importantes novedades. Más no puedo hacer, respondió Néstor Kirchner.
-¿Cree que hay una responsabilidad del gremio (La Ferroviaria)?
- Bueno, eso lo va a determinar la Justicia. Yo no soy nadie para culpar o exculpar a nadie. Pero confío mucho en la Justicia. Y va a haber novedades muy pronto.